El Coronavirus es el tema de toda  conversación a lo ancho del mundo, y probablemente nunca el mundo haya estado tan globalizado como en esta ocasión.

Para dar un ejemplo, las búsquedas en Google relacionadas con coronavirus, superan en 100 veces las relacionadas con Messi durante la final de la Copa de Brasil 2014.

Madrid, la región italiana de Lombardía y la propia Wuhan donde se originó el brote son ejemplos de la capacidad destructiva de un virus , que aunque posee una mortalidad leve o moderada, impacta por su facilidad de contagio.
En medio de esta pandemia, Daniel Madariaga Barrilado, empresario especialista en cambio climático y sustentabilidad, nos recuerda a otro peligro al que podríamos estar expuestos debido al calentamiento global

El Ántrax de Siberia

En agosto de 2016, una noticia sacudió al mundo científico. La peste siberiana, es decir el carbunco o ántrax, había regresado tras 75 años de ausencia.

¿La causa? El derretimiento del permafrost.

El permafrost en una capa de suelo congelado, que no se encuentra cubierta permanentemente por hielo o nieve, y se encuentra en zonas muy frías.

En este caso lo que se liberó fue una bacteria, provocando la muerte de un niño de 12 años.

Luego de la investigación, los científicos llegaron a la causa.  Hace más de 75 años murió un reno infectado con una bacteria y su cuerpo congelado quedó atrapado bajo una capa de permafrost.

Mucho tiempo después, la ola de calor provocada por nuestra civilización como consecuencia el derretimiento del permafrost y liberó el virus del ántrax en el agua y el suelo cercano, afectando y contagiando a más de 2.000 renos y a las personas que interactuaron con ellos.

Los Virus del Tíbet

La otra situación que nos recuerda  el empresario Daniel Madariaga - quien recientemente alertó sobre la pérdida de glaciares mexicanos -  ocurrió en una situación similar, y fue descubierta por científicos a más de 8.000 kilómetros de España, más precisamente en Tibet, en el casquete de Gulilya.

Este casquete se caracteriza principalmente por se  una de las capas de hielo más antigua de la Tierra, y está ubicada  a 6.700 metros de altura,  y almacena los secretos de las variantes del clima de los últimos 130.000 años.  A causa  del calentamiento global, se produjo un deshielo en el casquete.

En su interior, científicos encabezados por expertos de la Universidad de Ohio, EEUU,  encontraron 28 grupos de virus desconocidos, que llevaban congelado 15.000 años.

Riesgos para el futuro

El experto Daniel Madariaga cita al al científico Zhi-Ping Zhong, líder del grupo, quien planteó dos escenarios frente a otros acontecimientos similares de deshielos que podrían ocurrir en el futuro.

Una posibilidad, sería la pérdida de registros virales de otras épocas, que podrían analizarse y estudiarse.

Otra posibilidad, más estremecedora, sería liberar nuevos virus al medio ambiente, capaces de producir enfermedades tanto a los humanos como al resto de las especies animal o vegetales.