Carnes rojas en el objetivo
Carnes rojas en el objetivo

SALUD

Estudian poner un impuesto a la carne roja para “salvar vidas”

Estudian poner un impuesto a la carne roja para “salvar vidas”

Decenas de miles de fallecimientos por cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes u obesidad podrían evitarse, según los autores de un nuevo estudio

Impuestos al diésel, a las autovías, a las tecnológicas, a la banca, subida da la cuota de autónomos…, es la noticia de cada día que emana desde el Gobierno desde que Pedro Sánchez se hiciera con la presidencia. Subidas de impuestos y estudios de otras medidas fiscales para poder cuadrar las cuentas.

Y por si fuera poco, ahora llega un estudio del Departamento de Salud Pública Nuffield de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en una investigación liderada por Marco Springmann, que indica que aplicar un impuesto a la carne que conlleve un aumento de su precio serviría para prevenir alrededor de 220.000 muertes y ahorrar al año más de 30.700 millones de libras (más de 35.200 millones de euros) en costes sanitarios a nivel global.

Al Gobierno lo que le hace falta es que les den ideas, así que no sería de extrañar que entre las paredes de la Moncloa hayan comenzado a estudiar la imposición de este impuesto en España. Por el momento son solo estudios.

Mas impuestos, menos consumo

Según este estudio, los beneficios de un tributo a la carne incluirían una reducción del 16% en el consumo de carne procesada y la prevención de un total de 222.000 muertes por cáncer, enfermedades cardíacas, infartos y diabetes Tipo 2. Además, unos 3.800 fallecimientos vinculados a la obesidad podrían evitarse, de acuerdo con las conclusiones del trabajo.

La cuantía del tributo que se habría de aplicar para contrarrestar el gasto en Sanidad varía de un país a otro. En el Reino Unido, el incremento óptico del coste de la carne roja sería del 14% y el de la procesada, del 79%. En Estados Unidos, la primera debería aumentar su precio en un 34% y la segunda, en un 163% con respecto al actual para obtener el mismo efecto. En China, la subida necesaria es, a juicio de los investigadores, mucho menor: del 7% en el caso de la carne roja y del 43% en el de la procesada.

“Nuestros hallazgos dejan claro que el consumo de carne roja y procesada tiene un coste, no solo para la salud de la gente y el planeta, sino también para los sistemas sanitarios y la economía”, sentencia Springmann.

Estudian poner un impuesto a la carne roja para “salvar vidas”