Los colectivos implicados, entre los que se encuentra el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de San Roque, han presentado alegaciones respaldadas por casi mil firmas, en las que denuncian un cambio sustancial del proyecto respecto a la ubicación inicial de la subestación en Los Portichuelos (La Línea).

Para los vecinos, "no han tenido en cuenta los riesgos acumulativos o sinérgicos y la  falta de un estudio acumulado en el que se tome en consideración el riesgo que implicaría la instalación de una nueva subestación eléctrica a 50 metros de una barriada habitada".

Junto a este emplazamiento existen además cuatro grupos de centrales térmicas de ciclo combinado (gas- gasóleo) , una petroquímica que destila 14 millones de toneladas al año y multitud de cables de tendido de alta tensión de diferentes kilovoltios…

Bajo la consigna, de "otra más, imposible", los vecinos advierten de los riesgos y peligros potenciales a los que una parte significativa de la población cercana a los polígonos industriales pesadas se halla expuesta.

"Estas prácticas que utiliza la Red Eléctrica Española enfrentan a los pueblos. Hay que recordar el contencioso del primer cable de interconexión a Marruecos en Tarifa, donde hubo detenidos, heridos graves. ¿Esa es la guerra que se busca otra vez en el Campo de Gibraltar?", se preguntan.

"Ya hemos llevado varias manifestaciones multitudinarias en Puente Mayorga y San Roque, y no vamos a parar", señalan los colectivos implicados en la cacerolada con la que han recibido este miércoles a la presidenta de Red Eléctrica.