Adriana Vázquez Ferrás, autora del artículo
Adriana Vázquez Farrás, autora del artículo

Dinamarca vista desde los ojos de una española

Dinamarca vista desde los ojos de una española

La primera cosa que me llamo mucho la atención fue que siempre dan las gracias. La palabra gracias podríamos decir que es la más usada por excelencia

Mi nombre es Adriana y hace 3 años que vivo en Dinamarca. Cuando llegué en 2015 mi intención era estar solo 1 año, así que no tenía mucha idea de donde me metía, ni tenía intención de aprender danés ni sabía que costumbres/tradiciones tenían.

Mi suerte fue que desde el principio viví con una familia danesa, así que la integración podía ser más rápida.

La primera cosa que me llamo mucho la atención fue que siempre dan las gracias. La palabra gracias podríamos decir que es la más usada por excelencia. Existen las gracias por la comida, gracias por el día de hoy, gracias por la tarde, gracia por ahora, gracias por lo anterior…. Tak tak tak tak (por todos lados).

Otro hecho familiar que llama mucho la atención es que hasta que el último de la mesa no ha terminado de comer, nadie se mueve. A demás no es habitual que se levanten de la mesa solo al haber acabado de comer, sino que mantienen largas conversaciones después de comer.

Debido al clima en Dinamarca, los daneses pasan mucho tiempo en casa, con sus hijos, familiares o amigos. Arreglar el jardín o hacer pequeñas reformas en casa también forman parte de los fines de semana de los nórdicos.

Los horarios son uno de los primeros choques culturales para los españoles. En Dinamarca se han tenido que adaptar al clima y a las pocas horas de luz en invierno así que los horarios son claramente diferentes a los nuestros.

El horario normal de entrada al trabajo es a las 7 de la mañana, si no es un trabajo de cara al público, aunque las empresas son muy flexibles y según tus necesidades puedes empezar antes o después. A las 17h de la tarde casi todos los daneses ya están en su casa.

Las tiendas abren a las 10 de la mañana y cierran a las 17.30h. Por suerte los supermercados abren muchas más horas, muchas veces hasta las 22h de la noche.

La hora de comer es a las 12 de la mañana y la de cenar entre las 17h y las 19h, depende de la familia y de las necesidades de cada uno.

Los fines de semana está casi todo cerrado menos los supermercados, lo prioritario es la vida familiar, y las empresas lo garantizan.

El segundo choque cultural más notable es la comida. Los daneses no comen caliente al mediodía, sino que comen pan negro con embutido por encima. Por suerte, cada uno se lleva un tupper con la comida al trabajo, y si tienes suerte y tienes un microondas en el trabajo, puedes seguir comiendo caliente.

En Dinamarca, aunque os suene raro, es difícil encontrar variedad de pescado fresco, y si lo hay es bastante caro, así que lo más normal es comprarlo congelado, al igual que la mayoría de vegetales.

Lo que más se echa de menos es la comida tan buena y sabrosa que tenemos la suerte de tener en España.

El tercer choque cultural es la vida social. Como españoles sabemos muy bien lo que es ir al bar a tomar el primer café de la mañana y la primera caña después del trabajo.

Aquí eso no existe por varios motivos. El primero es el precio. Nadie puede permitirse hacerlo cada día y el clima no acompaña para estar fuera de casa, y tampoco apetece.

Es mucho más difícil encontrar un buen grupo de amigos, ya que los daneses son gente bastante cerrada, a parte, ellos quedan en sus casas para verse, aun es más difícil conocer gente.

Dinamarca vista desde los ojos de una española