El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Lucrecio Fernández, ha presidido hoy el comité de crisis para la búsqueda de la tripulación del pesquero algecireño ‘Rúa Mar’, donde ha hecho un repaso de los 13 días que lleva el operativo activo. En total son algo más de 250 personas las que están buscando el pecio Rúa Mar y a los 4 pescadores que aún no han aparecido.

En la reunión del comité de crisis, compuesto por Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Capitanía Marítima y Subdelegación del Gobierno en Cádiz, Fernández ha sido informado de que el operativo tendrá que suspenderse a expensas del temporal de Levante que comenzara mañana miércoles, ya que las mediciones no serán fiables mientras dure el temporal.

En el repaso de los efectivos que participan en el operativo, n el buque multipropósito Clara Campoamor, 26 efectivos del Salvamento Marítimo y del Instituto Español de Oceanografía trabajan en la búsqueda submarina y se unen a los casi 50 trabajadores de Sasemar que no cesan de buscar en superficie con helicóptero, avión, el remolcador SAR Masteleeo, el guardamar Concepción Arenal y los cuatro salvamar: Gadir, Arturus, Denebola y Vega.

Por su parte, en perfecta, coordinación con Salvamento Marítimo, 75 guardias civiles completamente la búsqueda en superficie en numerosas patrullas de las comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y Algeciras, embarcaciones del servicio marítimo, la USECI (Unidad de Seguridad Ciudadana), helicópteros y el avión del cuerpo. Todo unido al Centro Operativo de Coordinación que siempre está activo con las cámaras del SIVE.

La Armada Española ha participado con el BAM (Buque de Acción Marítima) Relámpago, que ha realizado su labor de búsqueda en superficie con 46 militares que se han unido a los 54 del buque hidrográfico Tofiño, que llevan días mapeando metro a metro la zona en la que se detectó la señal de la radiobaliza la noche el 22 al 23 de enero.

En total, el ROV ha realizado 8 inmersiones de las cuales 3 eran pecios antiguos y el resto eran rocas. La zona es muy compleja por la profundidad con la que se trabaja (500 metros) que se unen a fuertes corrientes que complica aún más la labor de los sonar del IEO (Instituto Español de Oceanografía), del Tofiño y el ROV.