Atrás quedaron los años en los que los equipos informáticos se veían limitados por la capacidad de su disco duro. Ahora, con un ordenador de gama media-alta, si se le da un uso normal lo más habitual es que acabe por sobrar espacio y que se tenga que cambiar antes de dispositivo por las novedades que se hayan ido alcanzando. Además, se han presentado nuevas opciones para el almacenamiento gracias a la aparición de Internet y ahora a nadie se le hace raro el contar con determinados datos en la nube.

Como con todo el almacenamiento en la nube hay que verlo con sus correspondientes pros y contras. Por un lado, resulta de lo más fácil el subir cierta información sin importar donde uno se pueda encontrar, compartirla con quien desee y hacerlo en tiempo récord. Además, el espacio al que se accede es infinitamente mayor. Por otro, hay que tratar de velar por la seguridad porque esa información que se sube a la Red de alguna manera es accesible para cualquier persona y es por este motivo por el que hay que apostar por medidas como el encriptado que haga que no todos puedan verla, sino sólo aquellos a los que se les da autorización. También para poder contar con el almacenamiento en la nube hará falta el contar con una buena conexión a Internet donde no haya interrupciones.

Disco duro vs. Almacenamiento en la nube

• Acceso a datos. Como es de lo más habitual el navegar por diferentes páginas online y dejar datos personales (por ejemplo, a la hora de llevar a cabo una compra) algo que se recomienda es apostar por URLs que cuenten con el 'https'

• Compartir información. Si se han de compartir ficheros en línea hay que hacer que estos estén encriptados y configurar determinadas opciones de privacidad para que no caigan en manos no deseadas (como puede ser la competencia para una empresa) Con el disco duro tan sólo habrá quee asegurarse de que se le deja sólo a quien se debe.

• Seguridad. Y, por supuesto, habrá que apostar por un buen antivirus. En el caso del almacenamiento en la nube esto es responsabilidad del proveedor y cuando se opta por el disco duro es de uno mismo, pero siempre será importante.

Información ultracongelada, un paso más

Como indicamos, en la actualidad cada uno ha de valorar si le compensa más el disco duro de siempre o bien el compartir información en línea, pero la tendencia en este campo quiere dar otra vuelta de tuerca más.

Un equipo de investigación de Manchester ha podido comprobar que con moléculas de frío el almacenaje en discos duros convencionales puede llegar a ser hasta cientos de veces mayor. Esto equivaldría a decir que se podrían almacenar más de 200TB de datos por cada 6 centímetros cuadrados. Es decir, algo más de 23.000 GB en apenas el tamaño de un sello convencional. Hay que tener presente que la memoria con la que cuentan los actuales móviles suele rondar los 256 GB, así que la comparativa es asombrosa.

Por el momento, esta tecnología en desarrollo está más pensada para grandes empresas que tienen presencia online, como podría ser el caso de Google, pero quién sabe qué tipo de cambios puede llegar a traer para el consumidor individual.