El robot Sophia. Foto Wikimedia - International Telecommunication Union - CC BY 2.0
El robot Sophia. Foto: Wikimedia - International Telecommunication Union - CC BY 2.0

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Robots, ¿futuro o realidad?

Robots, ¿futuro o realidad?

El avance en la tecnología y el desarrollo de la conocida como Inteligencia Artificial provocarán grandes cambios en la sociedad en apenas una década

En los últimos años el avance de las nuevas tecnologías y el trabajo e investigación en el campo de la robótica han permitido la creación de robots que cada vez se asemejan más a los seres humanos, tanto en aspectos físicos como mentales. Así, en las últimas semanas saltaba a los medios de comunicación la noticia de que en Japón un robot conocido como Michihito Matsuda se presentaba como candidato a la alcaldía de uno de los distritos de la ciudad de Tokio. Según su creador, el empleo de esta Inteligencia Artificial (IA) puede beneficiar ampliamente a la sociedad, pues es capaz de tomar decisiones de manera racional optando por la opción que más convenga a la población sin dejar que ningún otro factor, como las emociones, afecten en su elección.

Lo que hace un par de años parecía un escenario tecnológico exclusivo de las películas de ciencia ficción, en la actualidad se ha materializado como realidad. Con todo, la IA no es algo que haya surgido de la noche a la mañana, sino que se remontan a varias décadas atrás. Los desarrolladores de esta tecnología se fijaron especialmente en el campo de las disciplinas mentales para poner a prueba todos sus avances. Por todos es conocida la IA Deep Blue que en los 90 puso en más de un aprieto al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov. La supercomputadora creada por IBM consiguió ganar una partida y empatar otras dos de las seis que se llevaron a cabo con Kasparov. De manera simultánea al desarrollo de Deep Blue, diversos investigadores trabajaron en el campo del póker para comprobar las capacidades de diversas IA frente a situaciones reales en una partida. En este sentido, el póker es una disciplina que, al contrario que el ajedrez, no está cerrada, sino que se trata de una modalidad incompleta. Trabajar, por tanto, sobre ella permite a los investigadores conseguir resultados que pueden ser aplicables en otros campos como la salud o las finanzas. Desde la aparición de internet, el empleo de ‘bots’, máquinas que se hacen pasar por personas reales durante las partidas, fue una constante, llegando a tal punto que las grandes salas de juego online no permiten su empleo en ningún caso. Partiendo de esta tecnología, en los últimos años se han desarrollado diversos tipos de IA con el objetivo de que se enfrentasen directamente a los mejores jugadores del mundo. El último de estos proyectos se llevó a cabo el pasado año cuando la IA Libratus se enfrentó a cuatro jugadores de gran renombre internacional. El resultado fue sorprendente y escalofriante al mismo tiempo: las IA habían superado al ser humano.

Si el desarrollo de la IA está tan avanzado, ¿significa eso que los robots son ya una realidad? La respuesta es algo ambigua al respecto porque si bien podemos hablar de grandes avances en este campo, lo cierto es que todavía quedan muchos obstáculos por superar antes de que tengamos a un robot en nuestra casa similar a los que veíamos en filmes como “El hombre bicentenario” o “Yo, robot”. En una sociedad cada vez más preocupada por conseguir fuentes de energía renovables, la búsqueda de nuevos materiales se posiciona como uno de los principales retos a los que debe enfrentarse la robótica. Conseguir crear robots a partir de materiales eficientes que se comporten como un organismo humano supone una de las grandes metas de los especialistas en este campo de la ciencia. La idea es conseguir que estos robots sean autosuficientes y que funcionen a partir de mecanismos similares a los sistemas naturales. Por otra parte, la seguridad que ofrecen estos nuevos androides, así como su capacidad para relacionarse de manera empática y natural con los seres humanos, aparecen como dos de las piedras angulares sobre las que trabaja la investigación actual.

Con todo, y a pesar de que todavía existen muchos aspectos sobre los que se debe trabajar, lo cierto es que los robots ya han llegado a nuestra vida, modificándola en un modo no siempre positivo. La aparición de nuevas tecnologías debe entenderse como una mejora que sirva de ayuda al desempeño de cualquier actividad llevada a cabo por los seres humanos. El problema se genera cuando esa ayuda termina por eliminar la necesidad de la presencia de un ser humano. Así, una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos es si los robots les sustituirán en su puesto de trabajo. Y la respuesta, en muchos casos, es afirmativa. Un reciente estudio llevado a cabo por el McKinsey Global Institute determina que entre 400 y 800 millones de personas serán relegados de sus puestos de trabajo en favor de la automatización en 2030. Esta cifra ha hecho saltar las alarmas de toda la población mundial y ha generado un debate sobre el modo en el que esta IA debe ser introducida en la sociedad con el fin de que no perjudique a los que, paradójicamente, son sus creadores.

Por el momento, ya existen diversos tipos de IA que funcionan en el campo de la salud o en el sector servicios. También en la hostelería podemos encontrar a robots desempeñando tareas propias de un ser humano, pero por el momento parece que todavía necesitan ayuda externa para poder llevar a cabo su trabajo sin complicaciones. Habrá que esperar un par de años para ver cómo evolucionan estos nuevos moradores digitales de la Tierra que prometen ser tan controvertidos como útiles.

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