La Resaca de la decimoquinta jornada es dura para el algecirismo. Primera derrota en casa, tercera de la semana incluyendo el chasco de la Copa del Rey, y un ambiente muy frío en el Nuevo Mirador, incluso cuando el cuadro rojiblanco ganaba y era superior al Atlético Sanluqueño. Un equipo, el de la ciudad de la Manzanilla, que ha convertido el recinto de La Menacha en su campo predilecto.

El seis de seis, escrito está, será imposible y el partido ante el San Fernando se convierte en prioritario, no decisivo ojo, para evitar una caída mayor. Y es que la clasificación deja a los rojiblancos con 21 puntos, digamos que con la mitad del camino para la permanencia recorrido, pero con unas sensaciones extrañas y mucho peores que los números.

De hecho, como aseguró el veterano Pedro Buenaventura, "ganamos nosotros pero pudo hacerlo el Algeciras". No en vano en los primeros 45 minutos, más allá del penalti, el conjunto de casa pudo dejar el partido casi resuelto. Otra vez las áreas y otra vez, que no suene a excusa porque no lo es, la imposibilidad de hacer cambios ofensivos, más allá del chaval Campaña, cuando la carretera se empina.

Muchos de los futbolistas que han pasado por nuestra centenaria entidad, obviaremos nombres, aseguran que la parroquia es de las mejores que se ven por estas y otras categorías, pero añaden, "es una afición demasiado exagerada en las buenas y en las malas".

Serán los años, el impacto de las redes, ahí no está todo el algecirismo repito, o el argumento de la representación que alguno se atribuye de la gente, que uno tiene su opinión y es coincidente con matices. La afición de mi equipo es lo mejor, de largo, de la entidad. Ahí ha estado siempre y bien sabe usted querido lector algecirista, que hemos tenido motivos para abandonar.

Sin embargo, el tener un poco de perspectiva tampoco está mal. Tras el clásico en La Línea, la victoria en Linares o Sevilla, además de los empates ante Castellón o Andorra, los cuatro años de Ania parecían pocos. Los jugadores nos iban a llevar a la Champions y el propietario, Félix Sancho, debía ir preparando grúas para ampliar la capacidad del templo.

Ahora, Ania hace semanas que debía estar en Asturias. Los suplentes no valen ni para la Regional y el Mirador no es que se tenga que ampliar, es que poco menos de que hay que derribarlo. Ni una cosa ni la otra.

El equipo está pasando un bache, es evidente. Ania se está equivocando, seguro que en determinadas cosas sí, los jugadores están, algunos, en momentos de forma bajo y los detalles, ahora, caen del lado contrario. La de Romero da en un defensa y se va al palo, la de Navarro toca en Alcázar y acaba dentro.

El mejor ejemplo de esta exageración y previsible opinión equivocada, es el próximo rival que comparecerá en La Menacha. El San Fernando llega como el mejor equipo del Grupo II en el último mes. Cinco victorias consecutivas. Ahora Ferrón ha rejuvenecido, Carbó, que no jugará por sanción como tampoco Biabiany, es el mejor fichaje de la historia de los isleños y Nacho Castro, el técnico es el nuevo mago de los banquillos. Los mismos a los que en la cuarta jornada, otra vez las redes, querían deportar de la isla.

Claro que el San Fernando tiene un director deportivo. Pero ese es otro tema. La conclusión es que el Algeciras está mejor situado en la tabla, salvo para los que pensaban que el objetivo era ascender o estar arriba, de lo que indican las malas sensaciones que está transimitiendo.

¿Solución?, a la espera de refuerzos y que  no sólo sean Almenara y Tresaco, la de siempre. Ganar, ganar y volver a ganar.