Opinión

La brecha salarial

La brecha salarial

Esta semana será histórica para la reivindicación feminista por la huelga del jueves 8 de marzo, día de la Internacional de la Mujer, en demanda de mejores sueldos, oportunidades y cargos para la mujer trabajadora y en contra de la desigualdad, la discriminación y la brecha salarial, porque sin el trabajo, el consumo y los cuidados de las mujeres este mundo sería completamente distinto. 

En la última década, la brecha salarial media entre mujeres y hombres en España ha fluctuado entre un 21% y un 23% por un trabajo de igual valor -según datos del INE-, en horas trabajadas entre el 14% y el 17%, aunque ha experimentado un notable descenso con el paso del siglo XX al XXI: en 1995, las mujeres cobraban un promedio de un 33% menos que los hombres. La brecha salarial menguó en España al tiempo que se revertían las diferencias educativas y se estrechaba la distancia en participación laboral.

Pero otras tendencias se resisten a cambiar: el desfase de género en salarios y empleo aumenta con la edad, los hombres tienen más peso en puestos y sectores mejor remunerados, las mujeres dedican el doble del tiempo al trabajo no pagado o informal -los cuidados-. También lo son la inmensa mayoría de excedencias, reducciones de jornada y permisos. Y todo esto influye en las cotizaciones y después en las pensiones, donde existe otra importante brecha entre hombres y mujeres.

En Europa muchas investigaciones han logrado cuantificar el impacto de la brecha salarial debido a los cuidados, demostrando que mujeres y hombres reciben un salario desigual porque hay una distribución desigual del cuidado de los niños. En el primer nacimiento, la retribución de las madres llega a caer un 30%, respecto al año anterior, mientras que los nacimientos de niños apenas afectan a los ingresos de los hombres. En diez años la penalización en el ingreso de las madres respecto al de los padres roza por este hecho el 20%.

Hasta en los países europeos más proclives a la conciliación laboral, como Dinamarca o Suecia, la opinión mayoritaria es que la mujer debe reducir la jornada o quedarse en casa para criar a los niños pequeños y cuidar del hogar familiar. Sin embargo, solemos decir que la situación ha cambiado porque las mujeres ya han salido de la casa para trabajar, pero el problema no estará resuelto hasta que los hombres no entren en casa también para trabajar, lo que se denomina corresponsabilidad. Esta constatada por el instituto de análisis FEDEA que el 70% de las labores domésticas son realizadas por las mujeres.

Los sindicatos mayoritarios declararon cuando se anunció la huelga que “las huelgas hay que plantearlas solo si se tiene el éxito asegurado”. Injusto argumento, porque una movilización debe tener su razón de ser en la justeza de lo que reivindica, no en su capacidad de ser escuchada. Pero ahora parecen haber cambiado de opinión y se sumarán parcialmente a la huelga y a las manifestaciones previstas en distintas ciudades del país mediante paros de dos horas.

Esta huelga de las mujeres en el día Internacional de la Mujer apela a los ciudadanos de cualquier ideología y condición, y quiere poner de manifiesto y llamar la atención sobre la discriminación y la desigualdad por razón de género que sufren todas las mujeres. Esta iniciativa innovadora tiene escasos precedentes, solo en Islandia en 1975. Pero ahora está siendo impulsada por muchos colectivos feministas en todo el mundo y se espera que sea secundada en 177 países. 

Ya he señalado algunos motivos y demandas que han forzado a organizar esta huelga, aunque también están el aumento alarmante de la violencia de género y sexual, la degradación del empleo femenino, la degradación de servicios sociales, la degradación de derechos civiles… La Huelga Feminista quiere impulsar un debate social para reconocer las contribuciones que hacen las mujeres, grandes perjudicadas de la crisis del Estado de Bienestar, pues sin el trabajo informal que realizan el sistema se desplomaría.

Por eso no me cabe duda de que esta huelga triunfará, porque siempre he tenido muy claro que las mujeres son más valientes que los hombres y que el talento no tiene género.