Opinión

Un paso atrás del 28-F

Un paso atrás del 28-F

Andalucía es la única Comunidad cuya vía de acceso a la autonomía está legitimada en las urnas

Un 28 de febrero de 1980 los andaluces expresamos mediante referéndum la voluntad de situarnos a la vanguardia de las aspiraciones de autogobierno en el conjunto de los pueblos de España. Ni más, ni menos autogobierno. Andalucía como la que más. 

Dimos un ejemplo extraordinario de unidad al expresar nuestra voluntad inequívoca de querer una autonomía plena frente a los que no aceptaban que fuéramos una nacionalidad en el mismo plano que Cataluña, Galicia y el País Vasco. 

Andalucía es la única Comunidad cuya vía de acceso a la autonomía está legitimada en las urnas, lo que le otorga una identidad propia y una posición incontestable en la configuración del Estado.

Treinta y nueve años después los andaluces que queremos a esta tierra y luchamos por ella, estamos abochornados porque el nombre de Andalucía ha recobrado protagonismo en el panorama informativo nacional por asuntos verdaderamente escandalosos ligados a su actualidad política.

Para nuestra vergüenza, Vox después de conocer los resultados electorales del 2-D y su presencia en el parlamento, nos hizo saber que su objetivo como partido era acabar con nuestra autonomía. Una autonomía que tanto esfuerzo, trabajo y vidas había costado a los andaluces. 

Además, su líder nos chulea diciendo “no vamos a utilizar dinamita para terminar con la autonomía, lo vamos a hacer desde el parlamento andaluz”. Añadiendo que es consciente de que su deseo de acabar con las autonomías no se puede producir de la noche a la mañana, pero entienden que el mejor modo de acabar con el estado de las autonomías es estar en las autonomías. ¿Piensan derogar el Capítulo III del Título VIII de la Constitución Española?

Pero la última o más reciente de sus barbaridades es querer conocer los datos del personal de las unidades de Violencia de Genero, que ha hecho saltar todas las alarmas. Pretenden suprimir la Ley de Violencia de Género y la de Memoria Histórica. Y para ello han puesto al frente de la comisión de memoria histórica del Parlamento Andaluz a una falangista declarada.

Después, vendría el cierre de Canal Sur, la devolución de competencias al Estado en materia de educación y sanidad, y la reforma del Estatuto de Autonomía para cambiar la definición de Andalucía como "realidad nacional" para que pase a ser, de momento, una "región autónoma de España". 

El escándalo está servido y echa por tierra también la esperanza que pudieran tener PP y Ciudadanos por remarcar una nueva etapa en esta Comunidad tras la llegada al Gobierno andaluz. Pero, que se podía esperar de un partido ultra y casi fascista, si lo llevan en el sillín trasero. Los sobresaltos a partir de ahora para PP, Cs y el pueblo andaluz serán continuos.

Para la labor de gobierno de PP y Cs será un tejer y un destejer, que se volverá cada vez más difícil de manejar, sobre todo cuando su socio Vox plantee en los presupuestos la eliminación del PER (Planes de Empleo Rural), que según dicen es un fraude. Este es, desgraciadamente, el cambio que propone para los andaluces el tripartito salido de las urnas.

El gran problema es que el tripartito (PP, Cs y Vox) configurado en Andalucía, se presenta por los líderes del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, como la formula a seguir en el resto del país. Andalucía va a ser precursora no de lo mejor, sino de lo peor en la configuración del mapa político español después del 28 de Abril y del 26 de Mayo.

Así que, si la ciudadanía responsable no los para en las urnas, la ultraderecha se enseñoreara por toda España, precisamente, tras su entrada triunfal por el territorio andaluz. Qué triste y qué vergüenza. Pero aún no es tarde, en función del grado de nuestra respuesta y reacción ante tanto despropósito.

Las fuerzas progresistas, los sindicatos, las entidades sociales y vecinales y las asociaciones humanitarias tienen ante sí una gran responsabilidad, y al mismo tiempo una excelente oportunidad para reconstruir puentes y retomar caminos que habían quedado cegados con el tiempo. Así que todos a una por la defensa de nuestra democracia, los derechos humanos y el buen nombre de Andalucía. Recuperemos el espíritu del 4D y el  28F. Es una necesidad.