Opinión

Niñatos

Niñatos

El tiempo, ese sabio termómetro, reconocerá vuestra labor en nuestro amado club

“El sentimiento algecirista no se compra con nada, soy  y seré algecirista siempre”. Eso dijo el presi, sí presi, Francisco Javier Gudiel en su despedida. Doy fe, y tengo más años que tú, aunque no he nacido aquí como muchos saben pero gracias a los que también he citado muchas veces lo mamé desde que llegué a la que es mi ciudad con apenas nueve años, que eso es así. Además, al contrario que otros muchos que han ocupado ese sillón, tú y los directivos (Correa y demás) seguirás acudiendo al estadio como un aficionado más, y no desaparecerás me consta.

Niñatos, eso os decían algunos en tono despectivo. Pues hoy, desde la libertad que siempre hemos tenido en Horasur y eso que la relación del medio, que no la personal, con la directiva que se va no ha sido siempre un camino de rosasq uizás por intereses de otros, o por errores, seguro, de ambas partes, me apetece escribiros.

Hoy aquí quiero rendir mi pequeño homenaje, si es que vale para algo,  a unos algeciristas que me han permitido seguir contando andanzas de ese equipo al que llevamos en el corazón. No olvidemos que de no ser por ellos, con todos sus miles de aciertos y algunos errores, no estaríamos ahora en Segunda B, ni habríamos disfrutado del Centenario, de la Real Sociedad o de los dos ascensos.

Me pareció una osadía, lo digo como lo pensé en su momento y ahora con 44 años aún más, lo de gestionar un club en la ruina, por culpa de innombrables, y con lo que supone en esta mi ciudad el estar en el Algeciras C.F. Y es que, lo sabemos todos, al campo irán 1.000, 2.000 o 3.000 pero de la entidad Centenaria opina más de media ciudad y no siempre con buenas intenciones. Esa presión ha devorado a gente más adulta que vosotros y temía lo peor. Además, obviamente, estaba lo de la inexperiencia que vosotros habéis reconocido, pero también había una baza a vuestro favor. Hipotecas las justas, más allá de la ley concursal y las fechorías.

Con ayudas institucionales, unas veces más otras menos, con apoyo de la afición, en algunos casos con críticas, desde aquí disculpas si alguna ha sido injusta pero siempre creo que habéis entendido que era mi opinión por aportar algo en positivo al club, en otras con falta de ellas, por parte de algunos que no entienden que nunca se hace todo bien ni todo mal, pero esa osadía a la que me refería antes, os sirvió para madurar, para vivir cosas inimaginables y sobre todo para levantar a un moribundo.

Hay un momento que, al menos para mí, me parece especialmente significativo y que deja bien a las claras lo que estos niñatos han madurado ahí dentro. Supongo que ha sido duro pero que también enriquecedor incluso para vuestras vidas.

El momento al que me refería hay que situarlo en el empinado camino que comenzó en 2011 y que parecía, eso pensamos,  alcanzó la efímera gloria el día del Tropezón. Todo iba sobre ruedas y llegó Mestalla. Pensé que ahí, ni la afición, ni vosotros podrían levantar aquello.

Vale, los resultados ayudan, pero me sorprendió, gratamente, como afrontasteis aquel drama y lo rápido que se intentó reflotar la nave y ponerla, como está ahora, en camino de asentarla en Segunda B.

He visto llorar, reír y trabajar duro a gente como Estefanía, Fran, Ismael, Manolo, Miguel Ángel, Juan Esteban, Pecino  y todos los demás, no me quiero olvidar de nadie. He compartido confidencias, algunas, con Correa, he sido atendido siempre con exquisita educación por Gudiel, y a veces tras alguna resaca no muy agradable, lo que te honra aún más.

Pero como dije el día de la presentación en el parque, gracias por ese honor que no olvidaré en mi vida como otros actos que he tenido la suerte de hacer para mi club, la democracia, aunque alguno le duela y parece no quererla, había llegado al Algeciras.

Ahora, llega el momento de recoger lo sembrado, repito con vuestros errores, carencias y todo lo que se quiera, pero con muchos aciertos y sobre todo con una honradez y algecirismo fuera de todas las dudas.  

El tiempo, ese sabio termómetro, recordará vuestra labor. La modernización del club, que hay que seguir en ella, el impacto en las redes sociales, el llenar la ciudad de camisetas rojiblancas y el ser un club serio que paga puntualmente, aunque en la última etapa todos sabemos lo que ha pasado. Hasta en eso habéis sido grandes, esperando hasta el desbloqueo para que el pago llegue, con retraso, pero al fin y a la postre se mantendrá que el Algeciras sigue pagando.

Ahora, algo típico en este país, llegarán alabanzas de toda índole. Aquí en estas líneas van algunas, pero creedme que no todo se hace bien, escrito está también, pero el balance positivo gana y por goleada.

Por eso, desde aquí, y sin ser nadie como siempre escribo porque además lo creo, sólo me queda daros las gracias como algecirista. Como informador, reiterar las gracias y disculpas por lo que haya podido malestar, pero de verdad que no había nada personal, yo sí lo puedo decir y creo lo sabéis  todos. Ahora,  cuando os digan niñatos, en todo despectivo, podéis contestar para que nadie se olvide: “niñatos, honrados y algeciristas”. Suerte a todos y abrazo para Gudiel, Correa, Estefanía y los demás, siempre Shiraaa.