Se acaban de producir las elecciones generales y los resultados constituyen un puzle difícil de resolver. Los números no cuadran. El Partido Popular ha ganado las elecciones pero sin la mayoría suficiente como para que junto con los votos de Ciudadanos en la investidura o la abstención de estos  en segunda vuelta pueda acceder al Gobierno.

Pero es que ocurre igual con el PSOE que junto con Podemos y ni siquiera con un pentapartito conseguiría pasar la investidura.

Hay varias opciones y ya el propio Ciudadanos a través de Albert Rivera ha declarado que estarían dispuestos a abstenerse en aras de la gobernabilidad y ha pedido al PSOE sentido de Estado y que lo propicien igual. La contestación del PSOE no se ha hecho esperar, ha dicho que NO VOTARÁN AL PP y ni siquiera han hablado de una posible abstención.

Ahora habrá que ver si PSOE pacta con Podemos, Independentistas, proetarras, etc, etc. Aunque ni con eso alcanzaría los 176 escaños, además de tener que tragarse el referéndum para Cataluña que pide Podemos. Sólo hay una opción: PSOE(90), Podemos(69), IU(2),ERC(9), PNV(6). Esta combinación sí llega a los 176. Y teniendo en cuenta que Podemos está en coalición con Compromis, Mareas y En Comú. Constituirían una coalición de OCHO PARTIDOS. Sería una locura.

Así estamos. Y la primera reacción económica es la subida de la prima de Riesgo y la bajada del Ibex como consecuencia de la inestabilidad que existe.

Durante los próximos días asistiremos a innumerables reuniones de partidos con sus estrategias de cara al 13 de enero (fecha de apertura del Congreso de Diputados).

La verdad es que, hasta ahora, sólo ha sido Ciudadanos quien ha demostrado un verdadero sentido de Estado por encima de los intereses partidistas. El PP tendrá que recurrir a los nacionalistas vascos y canarios pero no llega a los 176.

Así que queda por ver si Pedro Sánchez tiene altura de Estado y se abstiene o nos lleva a unas nuevas elecciones en el mes de marzo. Elecciones que España no se puede permitir porque en estos tres meses pueden aparece nuevos nubarrones económicos como consecuencia de esa inestabilidad que, además, la propia prensa extranjera se encargará de exagerar para hacernos más la puñeta.