No son fáciles los momentos que vivimos. La contemplación del espectáculo sublime de la vida, me suscita ideas.
Las expongo, a sabiendas que a muchos les importará un bledo.
Aunque no lo parezca, la Cuestión de Gibraltar, ha tenido avances en las últimas décadas. Los Acuerdos de Bruselas, Lisboa, la propuesta de cosoberanía del Ministro británico Jack Straw... han sido hitos importantes en la búsqueda de un acuerdo entre España y Reino Unido.
Parece que Luís Medina Abascal, marqués de Villalba, junto con Alberto Luceño Cerón, han obtenido pingües beneficios a expensas del Ayuntamiento de Madrid, por comisiones haciendo de intermediarios para suministrar material sanitario en los peores momentos de la pandemia.
A mis años y las circunstancias actuales me han hecho aprender a obsequiar con mi silencio a quien no me pide palabras y obsequiar con mi ausencia a quien no aprecia mi presencia.
A más de ciudadano del mundo y natural de donde mandan el azar y la genética, el hombre es paisano del lugar donde vive, del sitio que le acoge.
Hace más de 45 años, me abrieron los brazos de la amistad allí donde "el castillo truncado, el pueblo vertiéndose en sus olas, el puente que recobra su tallo y lo anilla", según el poema que Jorge Urrutia dedicó a Jimena de la Frontera.
"Tengo por costumbre querido Sancho, que, en viendo el burro venir, ya de lejos me apercibo sin confundirme, de las patadas que pudiera propinarme, por tanto, mi fiel escudero, fíjate en los andares y si viéndolo retorcido y mal encarado, vieres que arranca sin compostura, hazte a un lado, que de estos con mala idea, mejor no tener contacto".
Las crónicas cuentan que cuando Castelar iba a hablar al Parlamento, se anunciaba en los periódicos como si de la actuación de un artista se tratara. La enjundia de sus discursos era siempre importante y trascendente. Hoy el fuego cruzado de nuestros parlamentarios produce sonrojo.
La actual crisis nos sitúa de forma constante en múltiples encrucijadas y lo principal es cómo combatir la desigualdad, cómo proteger a los más vulnerables, cómo atender a los dependientes.
El nombre del apóstol Judas ha servido para señalar a los traidores. Judas se convirtió en el arquetipo de desleal. Pero hay estudios que dicen que el objetivo de Judas era el de apoyar a Jesús y que Judas obedecía órdenes de Jesús y era parte del plan divino.
Utilizando como patanes el idioma, en una estrategia perfectamente medida y especialmente repugnante, logran el objetivo de minimizar la verdad, dándole la vuelta, sembrando la duda y adaptándola a sus propios intereses.
La economía ha de estar al servicio del ser humano y no al revés. En el ámbito económico, nos están bombardeando diariamente con los impactos bursátiles, de los mercados, de las agencias de calificación, de quienes inyectan dinero y de quien no, qué plazos son los que se darán y cuáles acortarán. Pero la realidad es que estamos siendo puestos a prueba para tomar decisiones.
Es cierto que cualquier contienda política tiene como fin cambiar la realidad de las cosas y para mejorar el bienestar de la ciudadanía. Por ello, la obtención del poder es un medio y no un fin.
En mi niñez fueron muchas las veces que en Ceuta guardé cola en cubas. Luego en Jimena de la Fra cuando fui elegido Alcalde en 1979 me tuve que enfrentar al grave problema que suponía el suministro de agua potable. Tuvimos que invertir muchos recursos. Lo resolvimos.
Yo sé que no es sencillo, pero lo he visto y sigo viendo por muchas partes, gente que construye solidaridad y que pone parte de su vida al servicio de la causa de los demás.
Sería absurdo cuestionar el progreso económico, pero no ha evitado que haya mucha gente infeliz, angustiada, con soledad, con problemas que no puede resolver.
Quizás en 20 años casi toda la gente joven va a hablar como mínimo dos idiomas, lo van a hablar porque lo va a imponer la comunicación. No digo que ese mundo vaya a ser mejor ni peor, digo que ese mundo va a ser inevitable por la transformación de las fuerzas productivas que están reorganizando todo el planeta en nuestra presencia, aunque muchos miren para otro lado.
La felicidad no puede ser propiedad de unos pocos, debe ser un horizonte. ¿Por qué? Porque la vida es un milagro y es hermosa y estar vivo realmente es un milagro y hay que vivir para honrar la vida y no al revés, para pisotearla.
El sentimiento de felicidad está unido a cosas entrañables: tiempo para los hijos, nietos, la familia, los amigos, tiempo libre que no se vende ni se compra.