Opinión: José Antonio Ortega Espinosa

La ley está hecha para el hombre, no el hombre para la ley

¡Qué curioso! Algunos de los que hoy se rasgan las vestiduras por el hecho de que la vicepresidenta en funciones del Gobierno de España, Yolanda Díaz, haya ido a Bruselas a entrevistarse con Puigdemon son los mismos que tiempo atrás vieron con buenos ojos, y en algunos casos hasta promovieron, que representantes del Ejecutivo español se reunieran con los miembros de la banda ETA (Movimiento de Liberación Nacional Vasco la llamaron los más refinados), aun teniendo como tenía más de ochocientas víctimas a sus espaldas

Ser optimista o pesimista, he aquí la cuestión

No sorprende que los organismos internacionales y los expertos en la materia pongan en duda el proyecto de los presupuestos generales del Estado para 2023. Ni que lo haga la oposición. Forma parte del guion, son gajes del oficio. Como no sorprende tampoco que, para denostarlo y desautorizarlo, se insista en que no es realista.

Miedo me dan

Oír sus proclamas homófobas, xenófobas y antifeministas, basadas en prejuicios tras los que se esconde el primitivismo ancestral que todavía, como un mal atávico, persiste en el alma de nuestra especie, aterra. Y aterra porque se trata de un discurso que, en el fondo, apela a los más bajos instintos de los individuos. Las filosofías del egoísmo, el egocentrismo y el elitismo llevadas hasta sus últimas consecuencias.

¡Cuidado con lo que maquináis!

El posicionamiento cínico, demagógico y maquiavélico de un sector del independentismo catalán respecto a los atentados de agosto de 2017 y su actitud en el acto de homenaje en memoria de las víctimas es –salvando las distancias– muy similar al que tuvo el Partido Popular ante los atentados del 11-M durante bastante tiempo.

La defensa de la España rural

La avalancha de incendios que en las últimas semanas ha estado asolando nuestro territorio patrio ha puesto en candelero la necesidad de profundizar en medidas para favorecer y fomentar la ganadería extensiva en detrimento de la intensiva. 

El extraño sentido de la solidaridad para con Europa del PP

No vamos a negar la legitimidad del Partido Popular para criticar y oponerse al plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, ¡solo faltaría! Pero sí vamos a poner en solfa el cinismo con el que se está manejando en esta cuestión. Lamentablemente, el mismo cinismo –o casi, casi– con el que ha actuado ante otros muchos asuntos que son de capital importancia para el interés del estado.

No más trolas

En las líneas que siguen nos proponemos poner al descubierto algunas de las medias verdades que se esconden tras el discurso del PP respecto al tema de la cuestión impositiva.

El interés general es lo que importa

A ver, coloquemos los puntos sobre las íes. Que la banca y las grandes empresas energéticas protesten ante el proyecto del Gobierno de establecer un nuevo gravamen que les afecta se puede entender. Como es también entendible que se le pongan peros a la iniciativa desde la derecha neoliberal y desde la derecha ultraconservadora.

La tormenta perfecta

Sin menosprecio alguno a los análisis habidos y por haber respecto a los resultados de las últimas elecciones autonómicas andaluzas, creo que la victoria aplastante del Partido Popular del pasado domingo se ha cimentado, fundamentalmente, en el clima de opinión generado tras la crisis provocada por la guerra de Ucrania y, sobre todo, sus consecuencias económicas. 

Imposiciones de la Realpolitik

En materia económica es verdad que se pueden diversificar las inversiones para reducir o limitar los riesgos; sin embargo, en otros ámbitos de la acción política repartir los huevos en distintas cestas para que no todos se rompan en caso de accidente no es siempre posible, y cuando hablamos de las relaciones exteriores menos aún.  

No se puede vivir siempre en el alambre

La trama de los espionajes a políticos que está ahora en candelero me ha traído a la memoria el recuerdo de las historietas de Mortadelo y Filemón, con su T.Í.A., y las de Anacleto, agente secreto.

Cree el ladrón que todo el mundo es de su condición

Vengo dándole vueltas desde hace días a la cantinela con la que el Partido Popular, su entorno y sus medios afines han tratado de contrarrestar los efectos del conocido como “caso de las mascarillas”, que afecta al Ayuntamiento de Madrid.

¡Cuidado con lo que desean!

Hoy hemos sabido que la Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra los empresarios Alberto Luceño Cerón y Luis Medina por un delito de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales. Y hemos sabido también que la víctima de dicha estafa ha sido el Ayuntamiento de Madrid. 

A la chita callando

Lo de colar a hurtadillas y como el que no quiere la cosa una reforma legal para asegurar el futuro de la actual fiscal general del Estado es una metedura de pata del Gobierno, o de una parte de este, la que representa al PSOE. Otra más, por cierto, y me temo que no la última.

La cuadratura del círculo

Estos días me he acordado de aquella frase que acuñara el ahora expresidente Felipe González, “la cuadratura del círculo”, con motivo del debate suscitado en torno a las medidas que se debían o no adoptar para paliar las consecuencias económicas del conflicto bélico de Ucrania.

Decepción, pero no sorpresa

Dijo de Gaulle que entre países no hay amistad, sino intereses. Así es y así lo ha sido siempre. La historia común, las afinidades lingüísticas y culturales, los vínculos religiosos, étnicos o raciales pueden influir en las relaciones de los estados modernos, pero, al final, lo que priman son los intercambios comerciales, las relaciones fronterizas de vecindad y la defensa, esto es, la geopolítica y la geoestrategia. En este marco es en el que se ha de entender el movimiento que, según se comenta, ha hecho el Gobierno de España respecto a Marruecos.

La esperanza es lo último que se pierde…

La Conferencia de Presidentes Autonómicos que se celebró el pasado fin de semana en la isla de La Palma parece ser que concluyó con un balance que se puede considerar positivo, y eso, en un país como el nuestro, en el que por causa de algunos más que de otros siempre andamos a la gresca, es una buena noticia. 

Telespectador crítico

Acabo de ver por televisión una entrevista que me ha cabreado y también me ha hecho reflexionar. Ha sido en el programa “Todo es mentira” de Cuatro.

Debatiendo sobre la guerra

Aquí en España hay quienes no han tardado en utilizar lo que está pasando en Ucrania y las causas del conflicto para tratar de reforzar sus planteamientos ideológicos y políticos. Y es que, como suele decirse, todo quisqui intenta arrimar siempre el ascua a su sardina.