Opinión

8 de marzo. Un instante en el camino de la Libertad

8 de marzo. Un instante en el camino de la Libertad
Muchas cosas han ido cambiando. Las personas mayores tienen mayor perspectiva de vida y eso les permite valorar con mayor certeza la entidad de los cambios. El constante discurrir de los días proyecta un halo de permanencia en usos y costumbres, ya que estos y estas se antojan inmutables. 

Si las gentes llegan a santificar esos usos y costumbres ¿Quién podrá alterarlos?   No obstante los seres humanos, aunque nos cueste percibirlo, estamos en constante evolución. Nuestras mentes inquietas, indagadoras, despiertan nuestros afanes, nuestras inquietudes y la conducta de cada cual se va ajustando a la motivación de cada día.

Y claro, entre ocupaciones y pre-ocupaciones, van saltando girones de innovación. Lo que hasta ayer fue un “si quiero”, se convierte casi sin percibirlo en “va a ser que no”.  Un no que, en definitiva, es un SI, con mayúsculas, a otra alternativa, a otra forma de mirar la realidad, de experimentarla, de vivirla.  

Las mujeres ahora, más que antes y seguro menos que mañana, son conscientes de que son seres humanos que tienen derechos inalienables.  Y mientras la humanidad en su conjunto siga considerando la dialéctica “amo-esclavo” el binomio mujer-hombre, u hombre-mujer, formará parte de ella. Cada paso que se da en el camino de la libertad iguala los derechos de forma que queda ya poco para que desaparezca el binomio.

Y llegará el día que, superada la dialéctica “explotador-explotado” que encierra la sibilina entre “dirigente –dirigido”, el concepto ser humano sea el único referente de toda convivencia.  En ese momento la humanidad, también en su conjunto, apreciará con mayor intensidad la urgente necesidad de asumir toda forma de vida debe ser respetada. 

Por ello cualquier intento de resolver estas diabólicas dialécticas debe ser coherente con todas ellas. ¿Es posible exigir derechos laborales siendo un machista? ¿Es posible defender la libertad sin ser ecologista? Superar las contradicciones es el reto para cada persona que anhele ser libre. Incluso de sus prejuicios, de sus “esclavitudes”, sus neuras... Nadie se figura que el camino a la libertad es fácil.