Joseph Conrad, es posible que ya me haya referido a él, en alguna ocasión,  la lectura de su obra "Crónica personal", la tengo siempre muy presente, decía: "hay una luz en ese misterioso espectáculo  cuyo poder de iluminación es eterno", se refería a la que emite los derechos humanos y los grandes valores que han impulsado el progreso de la Humanidad: la Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Fraternidad. 

Siempre he defendido que la Política debe estar incondicionalmente sujeta al control de su conformidad con el respeto a los derechos humanos. Y, aunque continuamente nos llegan informaciones sobre violación de esos derechos, pese a ello, es perceptible que su respeto, forma parte de un compromiso universal. 

Sé que hay multitud de situaciones que constituyen la negación de la universalidad de los derechos de las personas, pero estos fracasos, conviven, como la luz y la sombra, con el crecimiento de una conciencia ética que no sucumbe, estos fracasos conviven con avances luminosos. 

Las mejores notas en honor nacional, las obtienen aquellas sociedades capaces de organizarse de forma que la gente más necesitada reciba un trato digno y justo. 

No me importa que el decir esto me granjee el rechazo de algunos, siempre he intentado dar compromiso de vida de estar al lado de los más débiles. 

¿A qué libertad se refiere la derecha y la ultraderecha?

¿A la de la Ley de la jungla?

¿A la de la Ley del más fuerte?

Ese es el único lenguaje que les escucho y yo lo combatiré siempre.