Opinión

Es hora de concordia, no de agitación

Es hora de concordia, no de agitación
Creo que no es difícil apreciar una coordinación de acciones, entre los exmilitares que han enviado misiva a Felipe VI y los que por boca del antiguo general de división del Ejército del Aire Francisco Beca Casanova, han manifestado su deseo de fusilarnos a 26 millones de españoles, que pretende conseguir un impacto y efecto político en la opinión pública española.

Pero, al mismo tiempo, es de agradecer que, con ocasión del 43 aniversario de la Constitución española, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya, proclamase la neutralidad política de nuestras Fuerzas Armadas, porque están al servicio de todos los españoles, sin importar donde han nacido o lo que piensan. 

Yo lo agradezco muy sinceramente y espero que de verdad sea así.

Porque el fascismo, tanto en España como en  todo el mundo, opera del mismo modo. Los fascistas se apropian de la bandera, del himno, de las instituciones y de todas las señas de identidad nacional o patriótica, y en particular de las instituciones armadas, dividiendo a la población entre buenos y malos, entre patriotas y traidores, convirtiendo al adversario político en enemigo.