Su director de Comunicación es consciente del efecto de los buenos titulares y se los proporciona. Yo a ella la veo más bien cortita. Aunque con un punto de maldad que le ha permitido estar donde está.

Las farolas no dejan de alumbrar por las noches, los monumentos no quedan sin iluminación... La medida de ahorro energético se refiere sólo a las luces de los comercios y edificios públicos vacíos desde las 22.00 horas. Me entristece que los bulos triunfen porque la base de quienes los producen es de pura banalidad.

A la derecha ni le ha interesado ni tan siquiera ha leído el decreto sobre ahorro energético. Les da igual lo que en él se diga, se ponen en contra y montan escándalo. De esta derecha no se puede esperar un debate serio, sosegado, para ellos la inmediatez de las redes sociales es el mejor camino para provocar el barullo y dañar al adversario político.

Una vez más digo que la derecha y la ultraderecha utilizan sin escrúpulos el arma de las noticias falsas para esparcir veneno que destruya al adversario. Y esto no es de mi cosecha, copio al Papa Francisco que demuestra preocupación por el mal uso de la tecnología.

El primer filtro debería ser la inteligencia humana, que no debería prestar atención a tanta patraña y el segundo correspondería a los periodistas.

Aunque lo cierto es que el odio y animadversión de muchos, hace que aún siendo conscientes de las falsedades, las divulgan y si su cociente intelectual se lo permite las amplifican.

El bulo lesiona la convivencia y amenaza a la Democracia.