Soledad en medio de la multitud, soledad porque no hay una mano tendida, soledad porque no hay humanidad. Séneca decía que pobres son los que precisan mucho porque no alcanzan nada. 

El progreso tecnológico necesita trabajadores cualificados por las complejidades de la tecnología y estos trabajadores son los que van a dejar más plusvalías. Estos trabajadores ya no serán los de monos y boinas como eran los de la generación de mi padre, vestirán distinto, pero no por ello dejarán de ser trabajadores dependientes. 

Muy probablemente estarán más cultivados, no se dejarán arrastrar por la sociedad consumista y bajarán de la estratosfera la palabra libertad.

La vida me ha enseñado que los únicos derrotados son los que dejan de luchar y que lo más hermoso de la vida no es triunfar, sino volver a empezar cada vez que uno cae. La vida es andar, luchar, soñar, la vida es creer, enamorarse, desenamorarse, es volver a arrancar, es decir, intentar una actitud afirmativa.