Por eso, no queda otra, que reforzar su papel en la lucha contra todas las formas de migración irregular y reforzar la protección de las fronteras exteriores, respetando al mismo tiempo los derechos humanos. Dejo claro que nunca he sido partidario de cerrar los puentes levadizo del castillo europeo y menos aún del "Santiago y cierra España".

Los dirigentes europeos podrían establecer acuerdos para el desarrollo económico y social de los países no pertenecientes a la Unión y desde los que hay una gran afluencia de migrantes. Esto aliviaría causas de la migración, incluido el cambio climático.
Los acuerdos deberían ser transparentes y comunicados claramente a los ciudadanos europeos.

Es imprescindible reforzar el papel se Frontex y adaptar la  legislación de la UE para que pueda responder mejor a la migración irregular, al tráfico de personas, a la trata, a la explotación sexual, en definitiva a la vulneración de los derechos humanos.

Las normas para garantizar la seguridad y la salud de los migrantes, en particular de las mujeres embarazadas, los niños, los menores no acompañados y las personas vulnerables, deben ser comunes y aplicadas de manera uniforme en todos los estados miembros.