Es una estrategia de medias verdades y de mentiras que intenta conseguir la indiferencia de los ciudadanos para conocer la verdad.
Es una estrategia que genera descrédito institucional y pone en peligro la convivencia democrática, con la complicidad de quienes guardan silencio.
Recuerdo la España del NO-DO, la España del blanco y negro, como una España triste. Una España ausente de libertades, una España en la que la mayoría ocultaba sus pensamientos, sus ideas, porque al no ser coincidentes con las del Régimen, temían a ser encarcelados por ello.
A esta España pretenden devolvernos algunos nostálgicos, que ven como sus privilegios de clase dominante, han ido a menos en la Democracia y particularmente durante los gobiernos socialistas.
Ahora utilizan la estrategia de miente que algo queda, aprovechando vergonzosos casos de corrupción.