Opinión

¿Hacia dónde camina España?

¿Hacia dónde camina España?

El tiempo sigue transcurriendo y el ciudadano percibe como si nuestra democracia careciera de resortes efectivos para exigirle responsabilidades a la clase dirigente

Mientras tras las elecciones del 20D España lleva tres meses sin gobierno, y después de que el ex presidente del gobierno Español, declinó formar gobierno al carecer de suficiente apoyo parlamentario, el tiempo sigue transcurriendo, el jefe de la oposición firmó un pacto con el cuarto partido político más votado y se presentó a la investidura resultando un fracaso al no votarlos ni la derecha, ni parte de la izquierda, quedando hasta el momento sólo anuncios de entrevistas de postureo político que acaban sucumbiendo a la realidad tangible y es que España a día de hoy sigue sin tener Gobierno.

Y entretanto España continúa su vida cotidiana, por un lado  los nacionalistas siguen  manteniendo su desafío, también siguen apareciendo episodios de corrupción en los medios de comunicación.

Todo este panorama incierto sigue presionando a este país, donde la crisis se llevó por delante la euforia y la confianza de la economía española. Entretanto siguen y siguen los recortes que empobrecen a nuestra población y para colmo sigue nuestra clase política con el inmovilismo proyectando a la población una sensación de pasotismo. De otra parte, los partidos nuevos al parecer en algunos casos reproducen la conducta de los viejos ya que muestran el mismo cinismo, cuando se detectan en estos casos de corrupción.

El tiempo sigue transcurriendo y el ciudadano percibe como si nuestra democracia careciera de resortes efectivos para exigirle responsabilidades a la clase dirigente. Para colmo algunos partidos políticos exigen una reforma de la Constitución para acabar con estas prácticas, pero pienso que ni siquiera eso frenaría la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en su clase política. La corrupción no es un problema de constituciones o solamente de la clase política.

Tenemos que empezar desde la base, desde los propios ciudadanos, pero lo peor de todo son los ejemplos anti ejemplarizantes que estamos enviando a la sociedad, cuando se despide de alguna empresa a trabajadores que  han denunciado casos de corrupción “tócate las pelotas” en vez de felicitar a los trabajadores honrados por su honesta conducta… ¡los despedimos! y encima no pasa nada de nada.

Por último, hace unos años España era una referencia de éxito económico, pero en estos últimos tiempos el partidismo y el cainismo bloquean una salida prestigiosa de este país. España ha entrado en un tiempo donde se echa de menos talla política, altura de miras, en donde el entontecimiento de una sociedad embelesada por programas televisados que banalizan todo lo que realizan.

Deseo y espero que por el bien de todos los españoles que trabajemos entre todos para acabar con la corrupción, con el inmovilismo de los políticos etc., etc., aportando soluciones imaginativas, consensuadas, para entre todos volver a la senda del crecimiento económico y la confianza en el pueblo Español.