Opinión

Andalucistas somos todos

Andalucistas somos todos

He leído en El País como un “ gracioso” nos califica a los andaluces como “Andalucistas de charanga y pandereta”. Por supuesto, lo dice desde Madrid. Como también lo han dicho desde Cataluña.

Hemos conmemorado que no celebrado el 28F (Día de Andalucía) y el mejor modo de conmemorar este Día de Andalucía es tomar conciencia de lo que somos gracias a lo que fuimos, o sea, gracias al coraje de nuestros antepasados por no plegarse al modelo de sur  que nos tenían planeado desde Madrid para arriba.

El mejor modo de conmemorar este día es tomar conciencia de que nuestra gracia, como interiorizaron los flamencos , es en todo caso un don, un desparpajo, un ángel transmitido por la sangre para dinamizar nuestra intimidad familiar, pero nunca para ser un chiste encapsulado para entretener a los señoritos con la charanga y la pandereta.

Nuestra mejor manera de conmemorar Andalucía es convencernos de que nuestra tierra no es la marca de nadie, no lo es ni de la izquierda que quiso envolverse en nuestra bandera(¡Qué bien lo explicó el otro día Alejandro en Algeciras!), ni de la derecha que quiere convertirla en marketing de sus propias conquistas, sino la tierra real que nuestros padres, nosotros mismos y nuestros hijos tenemos el reto de librar de la miseria, eternamente.

En este sentido y aunque ningún responsable político nos lo diga hoy porque aquí cada cual arrima el ascua a su sardina -máxime a tres meses de las elecciones-, hace falta recordar la esencia de lo que significa ser andaluz. Al contrario de lo que sucede en otras identidades de la Península, el andaluz no lo es por negación de los demás, sino por una inclusión generosa y desprendida, de todos los quieran ser de los nuestros.

Los andaluces solo tienen que sentir Andalucía, o pasar por aquí, para considerarse andaluz. No somos andaluces contra nadie, sino a base de los nadies y a pesar de ellos. No somos excluyentes de ninguna otra condición, y podemos votar a quien nos da la real gana, no como cuando nos entregaban en los cortijos la papeleta de sitio. Esa ha sido una de las máximas conquistas de Andalucía desde que tiene su día oficial. Luego está el otro, el de verdad que es el 4 de diciembre.