Opinión

La bulla o el sosiego

La bulla o el sosiego

Para el algecireño, la Cuaresma es un estado de gracia realmente especial. Paseamos por las calles a la búsqueda de ese pellizco que se nos muestra para mayor gozo de nuestra alma. Bullas en días ordinarios como si fuera un Domingo de Ramos.

Bullas en la que tanto añorábamos sumergirnos, y que nos trasladan a tiempos pre-pandemia y que lejos de provocarnos rechazo, nos llenan de orgullo. Porque nosotros los algecireños presumimos de ese fenómeno que es la bulla. Tú entras a la Plaza Alta desde Calle Convento ( si es que puedes) y miras para adelante, y se te hincha el pecho como un palomo cuando ves que no cabe un alfiler. Cómo somos, te dices para adentro, somos, no son, porque tú eres parte activa de ese ejército cofrade. Ya quisieran muchos colectivos llenar la ciudad de gente como nosotros.

Pero, sobre todo, este año cuando se nos haga un nudo en la garganta al pasar cualquiera de los pasos de Cristo o de nuestras Vírgenes por el mismo sitio por el que asesinaron a nuestro Diego Valencia por defender a nuestra Iglesia.

Pero todo no es bulla. En esa dualidad mágica que forma parte del algecireño hay otra forma de vivir la cuaresma. Otra forma de rezar en el viacrucis. Una forma llena de recogimiento, porque como decía Jacinto Benavente, nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas. Y eso ocurre también en nuestra Semana Santa porque si no te gustan las bullas , tienes a la Parroquia del Espíritu Santo de La Piñera donde tienes unas charlas tranquilas , sosegadas , que nada tienen que ver con la bulla.

Es una ocasión magnífica para traspasar los muros que separan el ruido cotidiano del recogimiento espiritual que allí se cobija.

Las palabras del Evangelio y la meditación es un privilegio que se nos ofrece a cambio de nada. Si podéis no os lo perdáis. Es nuestra otra Semana Santa.

Recogimiento o bulla. Tú decide si quieres uno u otro estado del alma. O si, como buen algecireño, puedes convivir alternándolos.