Comienzo de semana
Pero con el matiz de que, además de la confidencialidad, estamos hablando de documentos que no pueden salir nunca del despacho oficial de turno, de manera que no hay ninguna excusa para que acaben en la vivienda del inquilino del poder.
Primero lo vimos con Donald Trump y ahora con el propio presidente Biden. De repente, Trump se ha encontrado con un salvavidas en su antagonista, y eso que todo el mundo daba por hecho que el experimentado en política era Biden y Trump el advenedizo que se había acercado a ella.
Me reafirmo en la impresión y no creo que siquiera sea una impresión sino que ni uno ni otro están a la altura (que es mucha) de lo que supone sentarse en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Ahora lo peor es que lo que se va sabiendo de la investigación en torno al presidente da muchas más alas a Trump para el regreso al poder. Y, señores míos, esto es lo único que nos faltaba.
Pasamos, ahora, a España. Feijóo y sus pasos en Madrid .
Alberto Núñez Feijóo se ha paseado por la madrileña Plaza de España con los candidatos del Partido Popular a las alcaldías de las capitales de provincia. La víspera de esa presentación evitó acudir a la concentración contra Pedro Sánchez, a la que sí acudieron varios altos cargos orgánicos y públicos del PP.
Es evidente que Feijóo está midiendo al milímetro sus pasos y está intentando evitar, sobre todo, coincidir con Vox. Una cosa es que su partido gobierne con los de Abascal en Castilla y León y dependa de ellos en otras plazas y otra cosa muy diferente es compartir fotos.
Da la sensación de que Feijóo ya tiene bastante claro que la política nacional tiene un listón de exigencia mucho mayor que el que él mismo ha disfrutado en Galicia gracias a sus continuas mayorías absolutas.