Opinión

Huele a azahar

Huele a azahar

Son fechas hermosas en nuestra comarca, en los naranjos de las ciudades  comienza a «reventar» el azahar que da ese perfume tan característico a sus calles .

Además el aroma del azahar se funde con las nubes de incienso que salen de cada tienda, cada una viviendo la Semana Santa y la Cuaresma a su forma: «Aquí huele a Calvario», «Aquí huele a Silencio», «Aquí huele a Medinaceli, a Esperanza, a Ecce Homo» y que grato resultan esos aromas únicos que sabemos disfrutar como pocos.

Pero también es cierto que miramos con recelo al cielo, que contrastamos las posibles previsiones meteorológicas, que no se quiere oír, ni en broma y ni en serio, de lluvia para esas fechas y se reza «por que siga este buen tiempo hasta el Domingo de Resurrección a las nueve de la noche».

Son las preocupaciones de los cofrades allá donde ya no hay que perderse un triduo o un Vía Crucis, un pregón, una exaltación,  un ensayo de una cuadrilla o ir poniendo marchas procesionales que «ambientan» el lugar y que hacen que la  comarca entera huela y suene diferente.

Entrar en nuestras iglesias es un ejercicio de sensaciones, de estímulos, de olores, se colores, de buen gusto, de ver a los titulares e imaginarlos pronto en el paso y n la calle. Y, yendo más allá, poniéndolos en las calles de Algeciras, o de La Línea, San Roque, Tarifa, Los Barrios, Castellar, Jimena y Tesorillo entre nubes de incienso, calor de justicia y gente apiñada rezando una fervorosa oración al paso de su Dolorosa o su Nazareno.

Gotas de fe fundidas que van cayendo al suelo, palcos que esperan, con ilusión, el transitar de las hermandades y no mirar al cielo ni escuchar hablar de lluvia allá donde las pasiones se unen a las devociones y se quiere disfrutar de la Semana más grande, de la Semana Santa.

Ojalá todo salga bien, ojalá podamos disfrutar de la Semana Santa. Ese es mi deseo y mi opinión.