Y no les voy a contar que sus mentiras son absolutamente impresentables, particularmente, las de las fiestas celebradas en su sede del Gobierno durante las navidades pasadas mientras  los ciudadanos o súbditos británicos padecían las más duras restricciones y su primer ministro llevó a cabo y participó en hasta ocho fiestas.

Y no les voy a contar que Johnson lo ha desmentido todo cínicamente  hasta que la propia prensa británica ha demostrado que era cierto y esto ha provocado la dimisión de asesora y asesor del primer ministro pero no la suya que sería lo más lógico y que sus propios compañeros de partido están pidiendo.

No les voy a contar que Boris Johnson comenzó siendo un negacionista de la pandemia del coronavirus, lo que provocó miles de muertos en Gran Bretaña al no haber restricciones y sólo cambió cuando se infectó de Coronavirus y estuvo algún tiempo ingresado y hasta grave. Pero desde el inicio de la pandemia hasta que Johnson cambió de actitud transcurrió un tiempo precioso y miles de muertos de por medio.

No les voy a contar que viendo las mentiras compulsivas de este hombre y su falta de respeto a los acuerdos que firma, que me da miedo como puede terminar el tema de Brexit y Gibraltar teniendo en cuenta que no cumple nada de lo que dice o firma.

Pero tampoco les quiero contar que mantiene en su Gobierno a una auténtica nazi como es la ministra del Interior, Priti Patel que ha llegado a afirmar que puede llegar a poner unas OLAS ARTIFICIALES en la costa británica para repeler a los inmigrantes procedentes de Francia, es decir, que piensa matarlos a todos con esas olas artificiales. ¡Y nadie le ha dicho nada, ni la han cesado, ni nada de nada, ahí sigue!

Y, por último, no les voy a decir nada sobre que este individuo va a pasar a la historia por cargarse a la Gran Bretaña ya que Escocia quiere permanecer en la Unión Europea e Irlanda del Norte lo que quiere es estar dentro de Europa unida a la Irlanda libre.

Bueno, en definitiva, no les quiero contar nada porque es el primer ministro.