Opinión

La televisión basura

La televisión basura

La verdad es que el panorama de la televisión es absolutamente desolador. Algunas de las cadenas de televisión se han convertido en auténticos estercoleros con basuras en forma de reality o de  contenidos lamentables.

Da igual el utilizar la muerte de un famoso o la hija o hijo de un famoso o un pseudofamoso que no hace nada pero que son carroñas y viven de poner a parir a compañeros, amantes o falsos amantes.

Otros son capaces de mostrar las miserias de gente que es capaz de vender su propia dignidad en la tele o en las redes sociales.

O preparar programas donde se puede ver hasta donde es capaz de llegar la fidelidad o tirar por la borda sus relaciones. El título de “Reality” conlleva siempre la degradación pero, a la vez, eso da audiencia aunque sea a base de ridículo.

O, incluso, cualquier tema serio, lo toman como suyos unos pseudoexpertos  tertulianos  que basan todas sus intervenciones en los insultos o en la superficialidad sobre el tema que sea. Da igual que el tema sea la pandemia con los miles de muertos que tenemos  o  que sean las erupciones volcánicas del Cumbre Vieja  en La Palma porque aquí lo  único que importa es la audiencia.

Con la televisión basura todos hacen caja. Los huérfanos, las viudas, los amigos de los amigos, las esposas abandonadas por impresentables. En esta basura todos se alimentan de las desgracias. Y digo todos. Hasta las muertes se venden aunque las disfracen vistiéndolas de homenajes y de libertad de expresión.

Los amores se tachan de montaje y la verdad es que la mayoría lo son. Las relaciones entre parejas se convierten en unas subastas que gana quien es más infiel.

Lo cierto y verdad es que la televisión basura está llegando a unos límites totalmente desconocidos y  hasta asquerosos. Cuando pasen los años nos tendremos que empezar a  preguntar todos cómo hemos sido capaces de alimentar tanta mugre  y tanta desfachatez. Es la audiencia, amigos, lo único que importa.

Y, mientras tanto, la dignidad humana se pisotea tarde tras tarde y noche tras noche.