Opinión

El chocolate del loro

El chocolate del loro
El 24% de los electores que pueden ir a votar a los próximos comicios del 10-N en España son pensionistas

Los mayores durante toda la historia de la humanidad han tenido su reconocimiento y consideración por parte de la sociedad.

Tanto en Egipto, Grecia y Roma, los mayores tenían su valoración, por su fuente de sabiduría llegaban hasta formar parte de los gobiernos.

Si nos trasladamos a la edad media. Los años posteriores a la aparición de la peste bubónica, favorecieron a los mayores, dado que aunque la peste afectó a todo el mundo, fue especialmente terrible para los niños y adultos jóvenes. Hubo una disminución considerable de la población, pero en cambio esto contribuyó al aumento del envejecimiento de la población, y los mayores se convirtieron de nuevo en cabezas de familia, tras faltar sus hijos y, por consiguiente, volvieron a ganar estatus social, político y económico.

El hacerse mayor, no ha recibido la misma consideración a lo largo de nuestra historia, cada época ha marcado un antes y un después en la forma de asumirlo. En nuestra sociedad occidental se han producido grandes cambios y la percepción sobre los mayores ha variado según cada época.

Ya en el siglo XXI en nuestro país concretamente el mayor vuelve a tener su protagonismo ayudando a unos gobiernos a paliar una crisis de las más crueles de la historia, y como lo hacen? (como hace siglos con la peste bubónica) Manteniendo al resto de la familia que se encontraba en paro, (hijos, nietos, etc.), y todo esto con una limosna que les daba el gobierno bajo el nombre de pensión.

Hoy afortunadamente  hemos salido de la crisis, pero al mayor no se le recompensa su esfuerzo anterior y se le sube la pensión una cantidad irrisoria, y además se nos dice que ahorremos, y yo pregunto, con qué?

Lo peor de todo esto es que no se le quiere dar solución, y se le dará el “chocolate del loro” cuando lleguen elecciones.

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, ha asegurado este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo "mantendrá el poder adquisitivo de las pensiones" si "continúa" en el poder tras las elecciones generales del 10 de noviembre, ya está aquí (El chocolate del loro).

A la incertidumbre de unos resultados imprevisibles, dada la competencia entre cinco fuerzas, sin poder saber si el reparto territorial de escaños favorecerá a la derecha o a la izquierda, con dudas sobre las posibles alianzas de gobierno, y con una investidura fallida por los personalismos, se une la probable incidencia en las urnas de las movilizaciones de pensionistas, antaño considerado voto cautivo de posiciones conservadoras.

El 24% de los electores que pueden ir a votar a los próximos comicios del 10-N en España son pensionistas. Esta cifra, puede batir el récord (si recuperan la confianza en los políticos) de participación en las próximas elecciones generales, ya que, en un día electoral con participación plena o mayoritaria, uno de cada cuatro votantes será un pensionista.

Además, el porcentaje en general de jubilados no pensionistas (porque cobran otro tipo de subsidios por discapacidad o viudedad) sobre el total del electorado también ha llegado a una cifra record, al representar al 16% de los posibles votantes.

"Ningún partido se atreverá nunca a no pagar las pensiones en este país", avisa el secretario general de la Seguridad Social, Octavio Granado. Cualquier gobierno sabe que es más rentable recortar de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en otras materias que “tocar a los pensionistas” de cara a mantener los votos.

Desde hace muchos meses, el colectivo de pensionistas advierte: “Si nos roban las pensiones, lo pagarán en las elecciones”. En previsión de que la consigna funcione, los partidos toman posiciones. La derecha blandiendo un discurso catastrofista sobre el sistema público de pensiones, favorable a los intereses privatizadores de la banca. La izquierda con mensajes tranquilizadores sobre la solvencia y la estabilidad de la Seguridad Social.

Pero lo cierto y verdad es que al pensionista le sigue costando mucho trabajo llegar a fin de mes y no veo justo que solo se acuerden de ellos a la hora de pedirle el voto.