(0-2) El Algeciras baja al barro y gana en Los Barrios
08/09/2014 | 00:36
J.L.C. (Los Barrios). - El Algeciras se llevóduelo comarcal que tuvo más emoción que fútbol y una nueva demostración de la afición rojiblanca de amor a sus colores, además de una excelente sintonía entre los dos clubes. El partido fue tenso, malo y con un equipo, el rojiblanco, vestido de azul, que no supo o no pudo evitar el sufrimiento ante un conjunto inferior pero que, fiel a su entrendor, no se entregó hasta el último suspiro e incluso, en la segunda parte, tuvo una clarísima de Alvi que evitó Josemi. El meta ya comienza a ganar puntos. Joselu, en la última del partido sentenció y dejó la sonrisa en las caras de los fieles que ya ven a su equipo peleando por la parte noble, aunque esto no ha hecho sino comenzar.
Uno de los atractivos del duelo era conocer el grado de motivación de los Miguelito, Llaves, Alvi o Bibi, varios de los ex algeciristas que ahora militan en la Unión. Sin embargo, no hubo tiempo para ver el entramado de Pérez Jiménez ya que en el minuto uno, tras una jugada que pareció ensayada en su inicio desde el córner, David Grande, titular por vez primera en la temporada, marcó un gol de nueve tras remates de Melchor y Víctor. Cambio de guión y los del Centenario que tenían ventaja casi desde la caseta.
El partido se enfrió y cayó en un ritmo anodino con un Mario imperial en el centro del campo. Los de casa intentaban adaptarse al nuevo escenario y aunque tuvieron algún balón parado no encontraron el hilo. El equipo de Mere, por su parte, se limitó a controlar y de vez en cuando amenazar por mediación de Grande, en el 32 y Máiquez en el 36, asustar aunque sin grandes alardes. Mal partido en el que sólo se mantenía la emoción del resultado. Antes del descanso Merino, en una acción instrascendete, fue expulsado por agredir Pinchi.
La segunda parte fue un quiero y no puedo de los locales, aprovechando la superioridad numérica y las dudas de los algeciristas que ni eran capaces de tener el balón, ni tampoco salir a la contra. Estaban cada vez más encerrados y los de casa, sin avasallar, rondaban el área de Josemi. Sin embargo, la expulsión de Merino, que permitió la entrada de Antonio Jesús por un Caballero apagado, pareció mandar un aviso a los suyos. Había que subir la concentración y salvo la ocasión de Alvi, en torno al minuto 70, apenas hubo acciones reseñables. Dicho esto la Unión, cada vez más, tenía cercado el campo rojiblanco y la sensación era que en cualquier córner o acción individual de Miguelito o Llaves podría llegar el empate. Mario, que siguió poniendo cabeza, intentaba controlar el tempo del partido que era un correr y correr por unos y otros. Hasta que Llaves decidió expulsarse y permitió al rival tomar aire. Los últimos 15 minutos fueron de internadas por parte de Melchor, que tuvo alguna para el segundo, y sobre todo de un Antonio Jesús que subió su banda con calidad y criterio. Una arrancada suya, en la última acción del duelo, permitió a Joselu regatear a Borja y marcar el segundo. La primera acción de la tarde fue gol, la que puso el epílogo a la noche, también. Tres puntos y a otra cosa.