En la Barra: Sin intensidad no hay paraíso
25/11/2013 | 20:12
ALGECIRAS. - Llegamos hoy a nuestra barra para saborear la Estrella Galicia de cada semana, por cierto gracias también por el seguimiento en la nueva sección, y con muchas cosas para "analizar" como bien admitió el entrenador del Algeciras, Manolo Sanlúcar. Todo ello tras un partido del que se marchó "jodido" (sic). Todo lo contrario que la Balona que goleó, sin problemas, a un Écija que tiene muy mala pinta lo que, con todos los respetos y desde la competitividad, es bueno para los rojiblancos. Escobar y los suyos están a dos puntos de la zona noble y parece que han dejado atrás la irregularidad, relativa, que se le atisbó en algunos duelos recientes.
El meollo de la cuestión estaba en el Mirador y una vez que pasó el partido es momento de disfrutar con tranquilidad de una buena Estrella Galicia, para buscar las razones a lo sucedido. "Me he equivocado yo", sentenció el de Bornos en rueda de prensa, aunque no dijo el motivo, obviamente, todo apuntó a cierta relajación, confianza o vaya usted a saber que de nuestros admirados cochinos.
La realidad fue que los de casa, sobre todo en los primeros 45 minutos, no se parecieron, en nada, al equipo sólido, recio, intenso y emotivo que nos ha permitido disfrutar, en la mayoría de las ocasiones, del ansiado retorno a la Segunda B. Pese a ello, se generaron, otra vez, muchas ocasiones e incluso se pudo ganar el partido, aunque no habría sido justo. Al menos se salvó el empate y el Mirador sigue sin ser profanado. El tanto de Víctor tiene mucho de carga emocional ya que fue el de la rabia, del esfuerzo y anotado por uno de los jugadores, junto a ya su inseparable pareja Carlos Fernández, más regulares de la temporada. El sevillano, creador del apodo que propició las camisetas famosas, está aprovechando, sin duda, la oportunidad y contagia al resto con su empuje.
El Sanluqueño, mejor equipo de lo que indica su mala racha, casi se suicidó y confirmó que el fútbol siempre tiene mucho de ánimo. Dijo Sanlúcar que "otro equipo en otra racha no se equivoca tanto como ellos al final", añado míster sin pretensión, otro no, el mismo cuadro de El Palmar sin esas dudas no habría permitido el empate ni tantas ocasiones. En cualquier caso mérito de los nuestros el saber aprovechar eso en un día, por otra parte, para nada brillante. Y es que como siempre se dice, y es verdad, el fútbol es de listos.
Más allá de la autocrítica, siempre buena y presente en el vestuario y en el banquillo cuando lo fácil habría sido justificar el punto en la euforia del gol en el último minuto, lo cierto es que los puntos son ya 21, la zona caliente sigue estando lejos y además, todo es compatible, el grupo se merece crédito. Claro que deben entender que sin apretar los dientes, como apuntamos en la crónica y ratificaron luego los protagonistas, el equipo se convierte en uno más. Es decir, sin intensidad no hay paraíso.