El choque entre los dos barcos se produjo por circunstancias que aún se desconocen a pocos metros de la zona de Punta Europa. Tras la colisión, y ante la evidencia de una entrada de agua en la mitad del casco del granelero, las autoridades marítimas de Gibraltar condujeron el barco accidentado hasta una zona situada a 200 metros de la cara este del Peñón, frente a Catalan Bay, donde el barco ha sido varado de forma intencionada, hundiendo su proa para controlar su situación y tratar de evitar daños ambientales.

Pese a ello, a última hora de este martes han comenzado a producirse las primeras fugas de líquido hidráulico al mar, lo que ha obligado a Gibraltar a desplegar barreras anticontaminación y a trabajar contra el vertido durante toda la noche. El 'OS 35' lleva en su barriga 183 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de diésel y 27 toneladas de aceite lubricante.

La investigación se mantiene abierta para esclarecer el origen de la colisión. En declaraciones a la GBC, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha confirmado que los Servicios de Tráfico de Embarcaciones (VTS) del puerto de Gibraltar abrieron comunicación con el 'OS 35' para alertarle de que cambiara de rumbo ante el riesgo de colisión, la cual finalmente no se evitó.

El portavoz del grupo ecologista Verdemar, Antonio Muñoz, considera que "ha habido alguna negligencia, ya que o los capitanes estaban dormidos los dos o estaba dormido el capitán marítimo de Gibraltar, ya que la tecnología hoy día permite navegar de forma automática y detectar la presencia de otros buques, máxime en una zona tan congestionada, en la que habría que tener más vigilancia".

Fabian Picardo ha sido tajante al respecto y ha señalado que las investigaciones tratarán de esclarecer si ha habido algún tipo de negligencia, ante la cual se seguirán las actuaciones pertinentes.