Opinión

Vendiendo humo

Vendiendo humo

Este año nos toca y estamos inmersos en una primavera de promesas. La mayoría de ellas se las llevará el viento. Y ante muchas de las que se ejecutarán, no nos quedará otra que resignarnos.

Estamos en precampaña electoral. En los inicios de esta etapa previa al paso por las urnas y el torrente de proyectos, ideas, supuestas planificaciones y soluciones para problemas graves y enquistados no paran de aparecer, hasta un golpe de efecto que ya veremos que punto verdad tiene.

Lo cierto es que hasta el momento no he escuchado ninguna de estas promesas que sea creíble. Todos son buenas intenciones, eslóganes fáciles y apuestas que en vez de solventar las carencias existentes , seguramente, las dispararán.

Hasta el momento, en el arranque electoral lo que se ve es mucha improvisación, poca o nula planificación y reflexión previa. Los partidos no paran de reunirse con sectores culturales, empresariales, sociales, vecinales, industriales, agrícolas, etc, etc... Y por el momento todo son promesas, la mayoría de estas surgen en el marco de esos mismos encuentros, y a nadie se le escapa que de esas improvisaciones es muy difícil que salga algo bueno y duradero.

Los experimentos se hacen con gaseosa y están bien para los laboratorios pero fuera de los mismos lo que se requiere y es fundamental es la capacidad de gestión y la puesta en marcha de muchas ideas y planes que duermen el sueño de los justos en los cajones.

Y están en esos cajones, fundamentalmente, porque en su momento se toparon con la Administración, que es ese monstruo burocrático que todo lo retrasa, paraliza o fulmina( algunos hasta diez años ).

Hasta ahora no he escuchado ninguna idea o plan efectivo a corto plazo de las fuerzas políticas que aspiran a gobernar para acabar con este lastre. Imagino que no saben cómo hacerlo y optan por lo fácil, que no es otra cosa que vendernos humo.