El jazz es una de las músicas que mejor entienden el diálogo entre culturas, entre músicos de distinta naturaleza. Lo viene demostrando durante décadas, y en la noche de este domingo volvió a hacerlo sobre las tablas del teatro del colegio Salesianos, en la sorprendente, reconfortante y electrificante propuesta de Scram & Dawda Jobarteh.

Los daneses Anders Banke y Martin Andersen crearon en 2015 junto con el noruego Gunnar Halle y el sueco  Thommy Andersson el cuarteto Scram, una orgánica mezla de clásicos del jazz y compositores modernos.

Tras años de gira con esta formación, el grupo aparece ahora reconvertido y preñado de mestizaje, tras añadir la virtuosa kora de Dawda Jobarteh de Gambia, músico de origen gambiano afincado en Dinamarca y que se ha establecido con sus propios álbumes y giras por Europa y África.

La música es bailable, tiene groove, amplio espacio para la improvisación e inspiraciones del jazz y folklore afro-escandinavo.

Rizoma Récords dejó este domingo en Algeciras otro concierto inolvidable, especiado y eléctrico, con el que se vuelve a demostrar que el jazz es la música con más capacidad de absorción y comunión. El siempre certero objetivo de Tomoyuki Hotta estuvo allí para inmortalizarlo.