Irene Garcia en un Pleno de Diputación
Irene Garcia en un Pleno de Diputación

Irene García se retira de la pugna por la secretaría provincial del PSOE de Cádiz

Irene García se retira de la pugna por la secretaría provincial del PSOE de Cádiz

Fuentes del partido socialista confirman que la actual presidenta de la Diputación de Cádiz no se presentará a la reelección como secretaria general del PSOE gaditano. La sanluqueña, recientemente incorporada al Comité Federal de su formación, anunciará su decisión en los próximos días. 

La lucha interna del PSOE gaditano por el liderazgo del partido en la provincia puede dar un inesperado vuelco en los próximos días. Tal y como adelantó anoche el Grupo Publicaciones del Sur y ha podido confirmar este periódico mediante fuentes del partido Socialista, la actual secretaria general del PSOE en la provincia y presidenta de Diputación tiene decidido ya no presentarse a la reelección de su cargo orgánico dejando, en teoría, vía libre a la renovación que solicitaba la corriente liderada por Juan Carlos Ruiz Boix, que resultó vencedor en la elección de las listas al congreso. 

Por el momento, si bien parece que García tiene la decisión tomada, se abrirá un compás de espera en el PSOE para ver el alcance final de esa decisión ya que, como afirman fuentes del partido socialista "habrá que comprobar que ese gesto es de verdadera generosidad política, y no viene aparejado a ninguna condición que exija Irene para dar el paso al lado". 

 

Un mal paso y una derrota

La pirueta política protagonizada por García el pasado verano en las primarias regionales anticipadas en las que, a pesar de su histórico y declarado apoyo a Susana Díaz, acabó girando de forma sorprendente hacia Juan Espadas en el último momento, terminó dejando a la presidenta de la Diputación en una situación insospechada de debilidad.  

Espadas consiguió ser el más votado en Cádiz y en el resto de Andalucía, aunque la figura de la secretaria general quedó definitivamente señalada, lo que, sumado a recientes acciones internas calificadas de “sectarias” e “indignas” por parte de la militancia, después de su significativa derrota en el proceso de elección de la lista de delegados al congreso federal, ha terminado pasándole factura.  

Su salto sin red para echarse en los brazos de otra gran corriente del Partido Socialista de la provincia con la que hasta entonces mantenía una relación tirante, la controlada por los hermanos Román, dividió el bloque provincial que apoyaba a Juan Espadas. Buena parte del mismo no vio con buenos ojos la irrupción de Irene García y el desequilibrio de fuerzas que generaba en ese bloque del socialismo gaditano, que apoyaba el cambio de líder en Andalucía y pretendía plantear también una renovación a nivel provincial.

Por otro lado, su huida del sector susanista terminó reafirmando a un señalado grupo de dirigentes y militantes socialistas que, aunque destinados a perder el control del partido en la provincia tras el sorprendente desembarco de la que hasta entonces era su líder, sí supo mantener cohesionado a un tercio de la militancia provincial que no quiso acompañar a García en su inesperado giro hacia el sector romanista.

Ante este nuevo reparto de fuerzas en el PSOE gaditano, desde muy pronto se vislumbró la posibilidad de que la nueva suma de corrientes internas terminase siendo desfavorable a la secretaria general. Atrincherada en el apoyo de conocidos y veteranos nombres del partido como José María y Rafael Román, María Jesús Castro, o los campogibraltareños Alonso Rojas, Paco Vaca y José Expósito, entre otros, y buscando desesperadamente un gesto del nuevo secretario regional, Juan Espadas, o del aparato federal para que desautorizasen desde arriba cualquier movimiento en su contra, García terminó comprobando cómo se avecinaba su primera derrota interna de su mandato en el PSOE provincial.

La alternativa encabezada por Juan Carlos Ruiz Boix, apoyado por importantes representantes de la provincia como las alcaldesas de San Fernando y Jerez, Patricia Cavada y Mamen Sánchez, o el de Alcalá, Javier Pizarro, entre muchos otros, supo aglutinar diferentes voluntades y corrientes en el PSOE gaditano, lo que les permitió conseguir una clara victoria por más de 300 votos en esa cita interna con las urnas, dejando a Irene García en una situación de auténtico "jaque político" y de la que, tras algún intento inicial m enrocarse, parece que no tiene otra salida que dar el paso al lado ante la demostrada pérdida de confianza por parte de la mayoría de su militancia. 

Irene García se retira de la pugna por la secretaría provincial del PSOE de Cádiz