El alcalde de Rentería, Julen Mendoza (EH-BILDU), ha visitado la prisión de Botafuegos en Algeciras, para interesarse por el estado de salud del “vecino de la villa” Mikel Arrieta, quien se encuentra desde el año 2000 cumpliendo una condena. Hasta aquí todo correcto, si no fuera por el hecho de que la prensa del País Vasco omite en sus crónicas que Mikel Arrieta es un asesino etarra condenado a 35 años de cárcel por asesinato.

Arrieta, por el que este alcalde esta “preocupado” por su estado de salud, además de lamentar que esté “aislado” y “alejado” de su pueblo, fue condenado a 35 años de cárcel por el asesinato del jefe de la Policía Municipal de Baracaldo, José Aibar Yañez, el 30 de junio de 1982. El valiente vecino de Rentería entró en el Bar Pepe de Baracaldo junto a otros tres terroristas más, todos ellos con armas de fuego, y acribillaron a balazos por la espalda a José Aibar. En su huida, Arrieta siguió disparando, matando a uno de los asesinos que le acompañaban.

El asesino sufre una espondilartropatia crónica seronegativa, un enfermedad grave, incurable y degenerativa, por lo que recientemente se ha unido al colectivo de presos enfermos graves con lo que pretende poder cumplir lo que le resta de condena en su domicilio.

Una moción aprobada por unanimidad (BILDU – PSOE – Podemos – PNV) en el Pleno del Ayuntamiento de Rentería, pedía la liberación de este preso etarra por el padecimiento de esta enfermedad, y por razones humanitarias.