Poco a poco, aunque con cierto descontrol, la Noche de San Juan se hace un hueco entres las muchas tradiciones, algunas propias y otras importadas, que calan en la sociedad y que hacen que cualquier excusa sea válida para salir a las calles y divertirse.

Anoche, miles de personas acudieron a las playas de Getares y Rinconcillo para participar en la noche mágica de San Juan, con la quema de decenas de hogueras por todos los rincones de estas dos playas algecireñas, y sobre todo, para pasar una agradable noche en compañía de familiares y amigos, compartiendo recuerdos y realizando los rituales propios de esta noche.

Muchas hogueras, demasiadas tal vez, mucho descontrol. Las hogueras mas pequeñas quedaban esparcidas por la arena, sin ningún tipo de señalización y provocando algún que otro susto al pisar las brasas. El estado final de las playas al terminar la noche, lamentable.

Críticas también al Ayuntamiento por no haber habilitado los servicios ante tanta avalancha de personas. Los propios hosteleros, sobre todo en Getares, lamentaban que los usuarios a las playas tuvieran que usar sus propios servicios.

A pesar de esto, la alegría y la diversión fue la tónica dominante durante toda la noche, con muchos niños disfrutando de esta Noche de San Juan, que si bien no registró la afluencia de otros años por la coincidencia con la Cabalgata y el Encendido del alumbrado, lo cierto es que la fiesta ha venido para quedarse.