Tras realizar una nueva visita a la zona y comprobar, in situ, que existe espacio de sobra como para que se pueda construir dicha rotonda, tan necesaria para la zona, sin causar perjuicio a ningún vecino, Arrabal ha instado públicamente al todavía alcalde y candidato del PP a dejar de actuar con su “acostumbrada soberbia” y mostrar “un poco de sensibilidad”, en ésta y otras reivindicaciones ciudadanas.

“Las expropiaciones que se plantean no serían necesarias si se mantuviera el trazado inicial, ya que, como se puede constatar, hay terreno suficiente como para que no haya que quitarle a estos vecinos un trozo de su casa, sin necesidad”, ha explicado Arrabal, recordando que la modificación realizada al proyecto conlleva, también, un encarecimiento de las obras, y, por tanto, “más gasto de dinero público, en este caso procedente de fondos europeos”.

Tal y como se recoge la documentación del propio Ayuntamiento aportada por los vecinos afectados, en el proyecto inicial, fechado en 2012, la rotonda iba a ser construida 5 metros más alejada de su vivienda. “Nadie, absolutamente nadie, está diciendo que dicha rotonda no sea necesaria, al revés, los vecinos de la zona, y también los socialistas, llevamos muchos años demandándola… Pero también es necesario contar con el consenso ciudadano, y todavía se está a tiempo de recapacitar y que la rotonda se construya donde inicialmente estaba contemplada”.

Para la alcaldable socialista, que ha estado acompañada en esta nueva visita a la zona por varios miembros de su candidatura, esta forma de hacer las cosas, en éste y otros casos, no es sino “una muestra más de la falta de diálogo y el postureo electoralista que imperan en el gobierno de Landaluce, incapaz de escuchar al que piensa diferente ni de tener el más mínimo respeto ni la más mínima empatía con los vecinos que intentan trasladar sus problemas”.

Arrabal ya se había comprometido con estos vecinos del Embarcadero a estudiar la aplicación de medidas para, si cuenta con la confianza ciudadana el próximo 28 de mayo, “superar escollos que ahora mismo resultan difíciles de entender, sobre todo cuando existe un amplio y ancho margen de terreno como para construir sin causar daño a ningún vecino”.