Si tenemos que juzgar la Cabalgata del Humor por las caras de los miles de niños que la han presenciado, podemos asegurar que hemos asistido a una de las mas divertidas que se recuerdan. El manto blanco de papelillos y serpentinas que ha dejado el paso del desfile de carrozas, grupos de animación y agrupaciones, es la mejor muestra del buen ambiente vivido en las calles.

Calles llenas, miles de personas que han acompañado el paso de la Cabalgata, donde han triunfado esa especie de personajes de cuento que escupían serpentinas interminables, mezcladas con papelillos lanzados desde un enorme cañón, y burbujas que flotaban y dejaban una imagen increíblemente carnavalesca.

A las puertas del Ayuntamiento, el alcalde, José Ignacio Landaluce, presenciaba, junto a la práctica totalidad de los miembros de su equipo de gobierno, la tradicional Cabalgata organizada por la Delegación de Feria y Fiestas que dirige la teniente de alcalde Juana Cid.

La Cabalgata ha partido poco después de las seis de la tarde desde la Avenida Virgen del Carmen, a la altura del edificio de la Agencia Tributaria, para subir por Capitán Ontañón hasta Ramón y Cajal, enlazar con la Avenida de las Fuerzas Armadas, girar en Blas Infante, enfilar la calle Alfonso XI y finalizar en la Plaza Alta.

Además, en esta ocasión la Cabalagata del Humor contó como invitados a los embajadores de Nueva Zelanda, Tailandia, India y Kazajstán, el encargado de Negocios de Australia y el ministro consejero de Vietnam que han podido disfrutar del ambiente de la comitiva tras un recorrido turístico por el centro de la ciudad.

El pasacalles, que ha contado en todo momento con la cobertura tanto de la Policía Local como de Protección Civil, ha estado formada por ocho carrozas, así como elementos móviles, bandas de música, varias agrupaciones carnavalescas familiares y personas disfrazadas que han querido sumarse al cortejo en una cabalgata más larga que en años anteriores.