La Colonia San Miguel, obras G Alonso, Jul2013
Maquinaria pesada trabajando a centímetros de las viviendas / Foto: facebook

La Colonia San Miguel, del paraíso al infierno gracias a Grupo Alonso

La Colonia San Miguel, del paraíso al infierno gracias a Grupo Alonso
ALGECIRAS. - Los vecinos de la Colonia San Miguel siguen con su particular pesadilla desde que Grupo Alonso decidió ampliar sus instalaciones, algo que al parecer están haciendo sin disponer aun de la licencias para ejercer su actividad. Los muros de sus viviendas soportan cada día ruidos, polvo, suciedad, arena sobre sus cabezas, maquinaria pesada trabajando a centímetros de sus viviendas, unas viviendas donde hay niños y personas mayores, vulnerables a estas condiciones de vida muy adversas, y que han convertido su vida en un infierno. Hay que estar allí para vivirlo. Desde las siete de la mañana, los pitidos de las excavadoras comienzan a despertar cual gallo de corral, a todos los vecinos de la zona. Poco a poco, esas máquinas se van dirigiendo hacia los muros próximos a sus viviendas, donde empieza el movimiento de áridos, el polvo sobre sus patios, y en muchas ocasiones, los martillos eléctricos que pican sin cesar el hormigón de algunas placas con las que rellenan los márgenes del cauce del arroyo del Cachón, otra de sus preocupaciones.

¿Cuál es el arroyo del Cachón?

Hace unos días, el ayuntamiento anunciaba la limpieza de los márgenes del arroyo del Cachón. El alcalde, José Ignacio Landaluce, se desplazaba a la zona para ver las tareas de limpieza que se ejecutaban. Las quejas de los vecinos no se hicieron esperar, y es que para estos, el arroyo del Cachón pasa por Celupal, lugar donde desaguan los registros de pluviales, y no por La Menacha, que es donde se han ejecutado las tareas de limpieza y por donde discurre el colector. Los trabajos se han centrado principalmente en el cauce superior, cuando los problemas reales de inundaciones lo arrastran los registros de salidas de pluviales, unos tubos que dan al verdadero arroyo. Al parecer, la limpieza efectuada es una primera aproximación a las tareas definitivas que haya que acometer. El verdadero arroyo del Cachón es el que en condiciones de limpieza y mantenimiento adecuado, debe servir como vía de escape del agua que se acumula en las calles de la zona en épocas de lluvias, y que han provocado inundaciones y situaciones de extrema gravedad en viviendas y en una guardería cercana. Este arroyo del Cachón, sobre el que existe cierta discusión sobre cuál es en realidad el cauce, debe tener, según los informes de peritos expertos, un margen de seguridad (de policía se llama), de unos 100 metros, que según los vecinos no se está cumpliendo por parte de la empresa, y que pone en riesgo las viviendas y calles de la Colonia San Miguel cuando lleguen las lluvias.

Una linde de 25 metros que la empresa no respeta

Otra de las grandes luchas que libran cada día los vecinos de la Colonia son las obras y las tareas que desarrolla la empresa Grupo Alonso, y que hace a muy pocos centímetros de sus viviendas. Según un documento que obra en poder de los vecinos, la empresa debe dejar una linde de unos 25 metros, entre la zona de trabajos y las viviendas cercanas, algo que no se está cumpliendo. “No se efectuaran rellenos en el lateral contiguo a la Colonia San Miguel y en un ancho de 25 metros”, dice textualmente el documento de las licencias concedido a Grupo Alonso, algo que no se ha cumplido ya que de hecho, toda esa zona ya ha sido rellenada. De hecho, los vecinos de la zona y los del Garaje San Miguel, plantean interponer una denuncia en el juzgado contra las decisiones del Grupo Alonso, sobre todo en cuanto al relleno de parcelas sin dejar la linde de 25 metros hasta las viviendas. Otro de los asuntos son las vergonzosas pantallas anti ruidos levantadas a unos dos metros de las casas, y que son livianas chapas, que para nada cumplen la función esperada. A todo esto se une, siempre según los vecinos, la pasividad del ayuntamiento y de la Junta de Andalucía, que no hacen nada por velar por el cumplimiento de las más estrictas normas de seguridad, laboral, y sobre todo, de convivencia en la zona, una convivencia que se ha hecho inaguantable, y que hace que haya familias que hayan decidido enviar a sus hijos con familiares residentes en otras zonas de la ciudad.

Del paraíso al infierno

Lo que hace unos años era considerado como un paraíso, uno de los puntos más interesantes de Algeciras, para vivir “tranquilos”, se ha convertido en un auténtico infierno, en el que un grupo de vecinos sufren las consecuencias inhumanas de una empresa ávida de intereses económicos y empresariales, a consta no solo de los vecinos, sino de sus propios trabajadores, a los que exige el cumplimiento de una jornada laboral en unas condiciones no menos infrahumanas que las que deben soportar los vecinos. Pero esta es otra cuestión de la que hablaremos más adelante, habida cuenta de que los sindicatos mantienen un silencio sepulcral y sospechoso sobre lo que ocurre en esta empresa.

La Colonia San Miguel, del paraíso al infierno gracias a Grupo Alonso