ALGECIRAS. - Se trata sin duda, de una de las campañas más necesarias para reactivar el comercio local y de nuestras barriadas o pueblos, y es que bajo el lema “Consuma Productos Andaluces”, la formación andalucista pone en marcha un año más, un campaña destinada a promocionar lo andaluz, a priorizar las compras de productos de la zona, y sobre todo, a realizar las compras en los comercios de las barriadas, los del centro de las ciudades, y los de los pueblos. Más de 5.000 folletos se van a repartir en Algeciras, para tratar de concienciar a los ciudadanos de lo mucho de positivo que tiene el poder realizar las compras en los pequeños y medianos comercios cercanos. Se trata de una de las campañas más antiguas y con más sentido de cuantas realiza la formación andalucista a lo largo del año, y es muy bien acogida por comerciantes y ciudadanos, que no dudan en mostrar públicamente su apoyo a esta campaña, pero que debe tener continuidad a la hora de llevar a la práctica lo mucho de positivo que tiene, como es la realización de las compras en el comercio tradicional.

Orgullo Andaluz

Para el portavoz andalucista y concejal, Hermenegildo Gonzalez, “dada la brutal crisis que nos está tocando vivir, es momento de sacar nuestro orgullo andaluz, favoreciendo con nuestras dinámicas de consumo el bienestar de los nuestros, porque puede que cuando compremos un bote de aceite, una barra de pan o una botella de vino estemos invirtiendo en el futuro de nuestros hijos. Todos podemos contribuir al mantenimiento y creación de puestos de trabajo y de la actividad económica andaluza”. La campaña, tiene como objetivo “apoyar a los sectores relacionados con la producción, transformación, distribución y comercialización de productos andaluces, como generadores de actividad económica y puestos de trabajo”. Hermenegildo González,  explicó que la iniciativa “se está poniendo en conocimiento de organizaciones de consumidores y usuarios y otros agentes representativos de la actividad económica andaluza. Sobre todo son los consumidores andaluces los que tienen la última palabra ya que todos debemos ser conscientes de la importancia vital que nuestras acciones de consumo tienen para la supervivencia de la economía andaluza, más aún en este tiempo marcado por la crisis”.

Fino por txacolí

Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia, etc., son las encargadas de poner a la venta, a través de su poderoso sector secundario (industrial) o su manejo sobre las principales empresas operantes en el sector terciario, la mayoría de bienes de consumo que circulan por el mercado español, también en Andalucía. Estas empresas no andaluzas se deben nutrir poderosamente entre sus clientes de los consumidores andaluces para su volumen de negocio, generando, a costa de nuestro pueblo, un beneficio económico constante, y asegurándose para sí, consecuentemente, el dinero que los andaluces ganamos a diario con el sudor de nuestro trabajo, así como la capacidad de reinversión generada por el beneficio del mismo. 9 de cada 10 productos que consumimos los andaluces están elaborados por empresas de capital no andaluz, y cuyo beneficio económico se reinvertirá en última instancia fuera de las fronteras de Andalucía. Las empresas andaluzas solo controlan el 2% de las ventas realizadas en España. Aquellos que frecuentemente nos acusan de parásitos estatales, nos necesitan para el buen funcionamiento de su potente industria, pues de no existir el mercado andaluz, o estar éste compuesto mayoritariamente por bienes de consumo elaborados y envasados en Andalucía, su nivel de ventas disminuiría a favor de nuevas empresas con sede social en nuestra tierra, dirigidas por empresarios andaluces, en base al trabajo de andaluces En base a todo esto, deberíamos empezar por pequeños gestos que al unirse nos hicieran fuertes (los catalanes por ejemplo, llevan años haciéndolo); en los lineales de los supermercados optar por producto andaluz frente al de otras regiones (producto español frente al de otros países también…), de lo local a lo particular. Cómete una tapa de chorizo en vez de una de fuet, un plato de berza en vez de uno de cocidito madrileño, una copita de fino en lugar de un txacolí.