Campos ha destacado las numerosas transformaciones que experimentamos, el contexto reciente de la pandemia y la guerra de Ucrania, destacando que "la Agenda Urbana nos va a ayudar a pensar en ello". "Con la pandemia se vivió un refortalecimiento del papel de los poderes públicos", ha destacado, advirtiendo que "no podemos permitir retrocesos, ni quedarnos en la queja". 

"Hay que pasar del pensamiento a la acción. Para eso sirve la Agenda Urbana, que es una herramienta para poner orden en todo lo que hacemos", ha señalado Concepción Campos, que ha detallado los dos ámbitos de actuación existentes en el ámbito local, "por ocurrencia o por emergencia, esta última marcada por el día a día", por lo que abogamos por "secuenciar los objetivos de desarrollo sostenible".

La experta en gestión pública se ha detenido en los crecimientos poblaciones, ya que "generan muchas tensiones (demandas de agua, recogida de basuras, abastecimiento de energías renovables). Si no lo ordenamos, no vamos a ningún sitio".

"Hay que pensar con las luces largas. Los desafíos son tener viviendas asequibles, empleo justo, sistemas de transportes bien conectados, infraestructuras y servicios básicos, desarrollo económico e instituciones sólidas", detalla, explicando que "existe un ODS propio para todo ello, el 11". 

"La planificación no es pensar en las decisiones del futuro sino en pensar las consecuencias de las decisiones del presente", ha citado Campos, que ha reflexionado acerca de los límites de las competencias municipales, no siempre observados por los ciudadanos, que acuden a los ayuntamientos ante cualquier problema: "Hay mil situaciones desde que te levantas hasta que te acuestas que estás en contacto con servicios del Ayuntamiento".

Concepción Campos Acuña ha concluido destacando que "la gestión pública local tiene que ser una palanca de cambio. Ello exige una información a todos los empleados municipales para lograr su implicación de cara a elaborar una visión estratégica con vistas a la responsabilidad social".