La mesa ha estado compuesta por voces tan autorizadas como la ex ministra de Agricultura Isabel García Tejerina; la directora general de Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático de la Junta de Andalucía, María López; el responsable de I+D de Aqualia, Zouhayr Arbib; y el catedrático de Biología Marina José Carlos García Gómez.

El investigador ha comenzado su intervención dejando claro que "el cambio climático es algo absolutamente natural. Hemos sufrido seis glaciaciones con seis periodos interglaciares de por medio. La cuestión es que vivimos un periodo brevísimo de la historia de La Tierra. Ahora mismo estamos en un periodo interglaciar de ascenso progresivo de las temperaturas, con periodos que nos pueden sorprender, como sucedió en la Pequeña Edad de Hielo".

José Carlos García aclara que ahora "el dilema es en qué medida estamos contribuyendo a que se acelere el proceso. Y no cabe duda de que eso está probado por equipos científicos. Después del arranque de la era industrial, ya empezó a emitirse CO2. Las consecuencias no van a ser buenas a corto plazo, por ejemplo para la subida del nivel del mar para finales de siglo".

Sobre el trabajo para combatirlo, García entiende que "se pierde mucha materias gris que ahora mismo es necesaria. Se está trabajando en muchos ámbitos y soy optimista porque observo que la rueda que está incentivando la investigación en todo esto ya se ha avanzado".

María López ha defendido que "es acertado no plantear este tema desde el punto de vista de la culpabilidad", al tiempo que señala que "hay que dar por superado que esto es una realidad, porque todos los padecemos en nuestro día a día y tenemos evidencias científicas que lo atestiguan".

Sobre el trabajo en la Junta, ha explicado que se ha desarrollado el Plan Andaluz de Acción por el Clima. "En Andalucía, tenemos el diagnóstico de que sus escenarios climáticos van a tender a calentarse, con más noches tropicales y un descenso de la pluviometría. Eso va a tener una consecuencia de sequía, cada vez menos disponibilidad de agua, incendios forestales, cada vez más episodios de lluvias torrenciales... Y todo eso que nos dice el diagnóstico nos debe inducir a reflexionar sobre las consecuencias que tendrá sobre nosotros y cómo tenemos que actuar en nuestro ámbito".

La directora general considera que "las renovables son una solución pero también un desafío para la sostenibilidad. Hay que seguir investigando y aportando otro tipo de energías renovables, y ahí tenemos a todo el ámbito investigador previendo qué va a pasar en el futuro. Y además, todos tenemos que aportar, cómo tratemos los residuos en las ciudades.. No hay que culpar a la ciudadanía, sino ser conscientes de todo lo que podemos hacer".

López apunta a que "el biogás es la gran oportunidad y el gran recurso que tenemos en Andalucía" y que "la gobernanza es el gran desafío de todas las administraciones y del sector privado".

Isabel García Tejerina, por su parte, estima que "vivimos en unos tiempos con velocidad de cambio. Y el cambio climático, aun en estas circunstancias, todavía es el gran reto al que nos enfrentamos como planeta, porque tiene numerosas derivadas. El planeta es cierto que está en permanente reequilibrio, lo que sucede es la velocidad con la que se está produciendo, que nada tiene que ver con el pasado".

Ha detallado que "el mapa de las enfermedades cambia como consecuencia del cambio climático; la calidad de nuestros vinos; la sequía; la biodiversidad. Por donde mires, encontrarás un efecto del cambio climático, que acaba afectando también a la economía, a dos sectores que juntos suman la mayor parte de nuestra capacidad de generar riqueza como país, que son el turismo y la agricultura".

"Poco sabemos de cómo será 2050 a la velocidad que suceden las cosas, pero sí sabemos que seremos más población, que viviremos más años y que el nivel medio de riqueza de los países aumentará. Eso es lo que hemos vivido en los últimos años. Y los europeos tenemos mucho que ver en la ayuda al desarrollo en muchas economías", ha afirmado.

Sobre el trabajo a realizar, apunta que "hay que descarbonizar. Es un imperativo no sólo medioambiental, sino que es también económico, al tiempo que valora que "la energía más barata es la fotovoltaica".

"Nadie dijo nunca que fuera fácil pero la implicación de todo el mundo a todos los niveles cada vez es mayor y es esta implicación y este huir de la tentación de monopolios y coger banderas que a todos nos compete es lo que nos llevará a dejar un planeta mejor cuidado", ha sentenciado.

Zouhayr Arbib, por su parte, ha considerado que "probablemente las ciudades sean uno de los actores principales del cambio climático", ya que "el boom inmobiliario creó un modelo de oasis de ladrillo en las ciudades y se ignoraba el impacto que podría tener en la naturaleza de nuestras ciudades. La planificación urbanística en muchos sitios sigue replicando ese modelo".

No obstante, apunta a que "las ciudades van a ser también una de las principales víctimas del cambio climático, sobre todo las construidas en la costa" y que "tenemos un problema muy serio con el agua que abastecemos a las ciudades".

"Hay que apostar por las energías renovables, pero usadas de forma lógica y eficiente, no depender sólo de ellas por su estacionalidad. Cuando la temperatura es muy alta, la fotovoltaica no funciona muy bien. Nos hemos impuesto unos retos tremendamente ambiciosos para prácticamente pasado mañana, y 2030 es mañana", asegura.

Arbib ha insistido en que "el elemento más importante que debemos recuperar es el agua", y que hay que "fomentar la colaboración público-privada como efecto multiplicador. Y el punto más importante para alcanzar la sostenibilidad es crear alianzas".