ALGECIRAS. - Acertó la empresa, y más personalmente Curro Mateo, recuperando la novillada picada en la Feria Real de Algeciras. Hoy puedo contar parte de lo que esta afición necesitaba: emoción, rivalidad, raza, ansias de triunfo y sobretodo, el factor fundamental, toros –novillos en éste caso- que permitieran unir todos esos ingredientes y pusieran a hervir la olla que puede ser nuestro coso cuando quiere. Excelente apuesta: toreros de casa, novillos de Fuente Ymbro, con movilidad, mejores o peores, pero con emoción. El mayor aliciente, Algeciras ha visto debutar en la misma tarde a tres hijos suyos, y al escribir estas líneas, se me ocurren dos vías para encauzar esta crónica, una que descarto sistemáticamente, porque demasiadas “plumillas” he oído en el tendido haciendo gala de sus conocimientos a base de sacar defecto tras defecto sin más virtud que un “ay, es que están empezando”, yo no tengo que alardear de nada y voy a tomar el otro camino, hablar de lo que he visto, de ganas, de ilusión y hacer extensivo a todos los lectores de lo que ha sido esta noche. Abría plaza José Miguel Luz, que hacía su primer paseíllo en su ciudad, con un novillo que si bien fue tardo en arrancarse y había que buscarle el sitio y citar con fuerza, cuando lo hacía era una locomotora, muletazos largos, rematados siempre por abajo, aplicando literalmente el concepto de temple en muchos de ellos y donde la plaza llegó a crujir con los primeros ¡olés! La intensidad fue cayendo al mismo ritmo que caía la fuerza e ímpetu del novillo. Con el 4º, mejor aún, salió mucho más enrazado el torero, con tensión, toreó bien de capote, y mantuvo el nivel con la muleta con un novillo que venía de largo, pero que recortaba el círculo en cada muletazo. Los toques de su muleta y los circulares invertidos que recetó sumados a su temple natural, los puntos más destacados de éste alumno de Francisco Ruiz Miguel. El Paquera, al igual que Jiménez López, de la escuela de Algeciras, que dirige Diego Ramos El Merlo, fue el único que se fue de vacío y sólo pudo recoger sendas ovaciones. Su primer novillo fue la oveja negra de un gran encierro, mucho más reservón en sus arrancadas que sus hermanos y de embestida desclasada y sin recorrido, con el que no le faltó voluntad al torero. Mucho más motivado recibió a portagayola a su segundo, que aunque tampoco fue un gran novillo, pudo sacarle series por ambos pitones y dejar patente que no venía de paseo, hubo entrega, pero, a mi juicio, cometió un error previamente acordado: solicitar a la banda que en lugar de un pasodoble al uso, le tocaran una marcha cofrade de palio, el público no supo entenderlo y pasó más tiempo increpando a la directora de la banda que atendiendo a la faena y eso pudo ser motivo de perder al menos un trofeo. Seguro, conociéndole, su intención no fuera otra más que encontrar una mayor inspiración con esos sones, pero en los tendidos nadie lo comprendió. Sentimiento torero que no pudo brotar al máximo. Y Jiménez López, un torero que sabe conectar rápido con los tendidos, airoso con el capote, completó dos buenos tercios de banderillas, mejor en el 6º, y con la muleta, hizo méritos para cortarle la oreja al 3º de la noche, mostrándose seguro, valiente, sabiendo intercalar toreo en redondo con desplantes y alardes para la galería. Cuajó con importantes maneras al citado 6º, faena que inició con torerísimos doblones para empezar –y terminar- a torear en redondo en los medios. Magnífico recorrido el del novillo, noble, bravo, encastado,… y enrazado el torero, muy consciente de que el triunfo no se le escapaba, y volviendo a hacer romper los olés en Las Palomas. La cruz…. La espada, esa bendita suerte suprema, la firma de la obra. Hay que tirarse una sola vez, y pasar de verdad, empujando con el brazo y el pecho por delante, echando antes la muleta al hocico del toro. Sabrán corregirlo. El resto, brindis a padres, abuelos, maestros, etc, que seguro que como los propios novilleros, han vivido, no sólo hoy sino desde tiempo atrás, muchísimas sensaciones hasta llegar a esta noche. El punto en común: han sabido tener la mente en su sitio a pesar de ese cúmulo de nervios, y ganas por no dejarse nada dentro y triunfar. Más de dos horas y media de festejo que, no miento, se me han pasado volando ¡Aaayyy…! La que nos espera si para las dos corridas vienen toros así y toreros dispuestos a no dejarse ganar la pelea y triunfar a toda costa… Otro gallo podría cantar para nuestra ciudad. ¡Que así sea!

Ficha del festejo

Jueves 25 de junio, noche húmeda y algo fresca. Un tercio de plaza. Se lidiaron 6 novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, de emocionante juego; destacaron 1º, 4º y sobretodo el 6º. José Miguel Luz, oreja y oreja. Jiménez López, oreja y dos orejas. El Paquera, ovación y gran ovación con saludos. Los tres debutaban con picadores. Se desmonteró Fernando Sánchez en el 5º. Salieron a hombros José Miguel Luz y Jiménez López.