ALGECIRAS. - Ha tenido que producirse una muerte en el interior de las instalaciones de la empresa Servicios Auxiliares Marítimos (SAM) del Grupo Alonso, para que los representantes de los trabajadores hayan decidido movilizarse para tratar de mejorar sus condiciones laborales. Mucho se ha hablado en petit comité de los problemas de la empresa, pero ha tenido que ocurrir una muerte en el interior de la fábrica para que casi doce meses después, los sindicatos muevan ficha. Las peticiones son simples, diálogo y negociación de unas condiciones laborales y económicas dignas. En concreto, las peticiones se centran en exigir a los directivos de la empresa que se sienten a negociar con los representantes de los trabajadores sobre derechos laborales básicos, como el acceso a la información, seguridad y salud laboral, a la propia negociación colectiva y a un salario digno. No están solo los trabajadores, que cuentan con el apoyo de sindicatos y grupos políticos, y que van a continuar con sus movilizaciones durante un tiempo indefinido hasta encontrar respuesta en la dirección de la empresa. Las reivindicaciones no solo afectan a la empresa, sino que por parte sindical y política se exige a la Junta de Andalucía, que subvencionó a la empresa a través de los Fondos Feder, que "deje de mirar para otro lado", y fiscalice las condiciones en las que los trabajadores desarrollan sus jornadas laborales. Finalmente, representantes sindicales, en este caso de CGT, denuncian la persecución, amenazas y acoso laboral por parte de la empresa. Los sindicatos denuncian que Grupo Alonso incumple los informes emitidos por parte de la Inspección de Trabajo, que instan a que se aplique el convenio del metal y no el convenio del transporte de mercancías, ya que se realizan trabajos de almacenamiento, grupaje, depósito y reparación de contenedores, como la mayor parte del negocio.