La primera sesión se ha retrasado debido al proceso para la constitución del jurado popular que va a dictaminar el veredicto de este caso, y tras la misma se ha procedido a la lectura de los escritos de las partes y han comenzado las declaraciones.

Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular coinciden en calificar los hechos como homicidio doloso, por lo que reclaman una pena de quince años de prisión para el acusado, así como indemnizaciones de 120.000 euros para cada uno de los progenitores y 20.000 euros para cada uno de los dos hermanos de la víctima.

La defensa alega que se trata de un homicidio imprudente y que la pena debe aplicarse en su grado mínimo, con los atenuantes de dilación indebida y de intoxicación etílica.

Los hechos tuvieron lugar el 14 de mayo del 2018, cuando una embarcación semirrígida con un potente motor y dos tripulantes a bordo, pasó sobre una embarcación de recreo con tres tripulantes, uno de ellos el menor fallecido por el impacto de las hélices del motor.

Ambas partes coinciden en que las dos embarcaciones estaban detenidas y una junto a la otra cuando, en un momento dado, la semirrígida arrancó a gran velocidad y pasó sobre la otra embarcación.

El acusado insiste en que golpeó la palanca con la rodilla de manera accidental al ir a colocarse sobre el denominado potro que ocupa el piloto de estas embarcaciones.

El otro tripulante, por el contrario, asegura que P. B. estaba sentado en dicho puesto, y el padre del fallecido mantiene que lo vio impulsar la palanca con una mano mientras con la otra sostenía un teléfono móvil.

La acusación niega que el piloto fuese ebrio en el momento del suceso y alega que carecía de titulación para pilotar ese tipo de embarcación.

De hecho, el tripulante que lo acompañaba ha admitido que había sido requerido por una tercera persona para acudir a las instalaciones de la Guardia Civil en el puerto de Algeciras poco antes del suceso para recuperarla, ya que dos semanas antes había sido incautada por transportar combustible.

Una vez que navegaban con dirección a la playa de Getares fue el acusado el que tomó el control de la embarcación, a gran velocidad, según ha admitido, y realizando maniobras temerarias durante aproximadamente una hora antes del incidente.