ALGECIRAS. - La Plaza Rafael Montoya Joya, donde se ubican los bloques de viviendas de la barriada del Arroz, tuvo un coste de más de un millón de euros, sin embargo, nadie tuvo en cuenta que las escaleras de acceso, por donde debían subir y bajar los vecinos, tuvieran pasamanos para ayudar a las personas con dificultades de movilidad. Eso es precisamente lo que ha denunciado la asociación de vecinos Manuel de Falla, y lo hace por enésima vez sin que ninguno de los gobiernos locales haya atendido esta petición llena de sentido común. Se trata de cuatro tramos de escaleras, pronunciadas y con veinticuatro escalones cada una, en las que la ausencia de pasamanos se ha convertido en un problema para muchos residentes y personas que acceden a algunos de los locales sociales allí ubicados. Denuncian los vecinos que ya son varias las personas, sobre todo mayores, que se han caído por las escaleras ante la imposibilidad de contar con un punto de apoyo, y es por ello que Juan Pedro Ávila, presidente del colectivo vecinal, ha solicitado a la Delegación de Urbanismo la pronta instalación de estos pasamanos en las escaleras. Resulta difícil comprender como una obra de tal envergadura, en una zona donde ya se sabía que iban a residir muchas personas mayores, se pudo autorizar un proyecto de urbanización sin tener en cuenta estas circunstancias de accesibilidad. El proyecto fue aprobado por el anterior equipo de gobierno de la izquierda plural.