PP y PSOE dos modelos, dos resultados

PP y PSOE dos modelos, dos resultados
Marzo de 2008. España se prepara para unas elecciones generales. Zapatero y Rajoy se enfrentan a las urnas, uno vendiendo un país de maravilla, prometiendo el Pleno Empleo, en un momento en el que el Ibex 35 marcaba máximos de 14.000 puntos; el paro había marcado su mínimo histórico unos meses antes con un 7,9 %; la prima de riesgo, que por entonces nadie sabía siquiera que existía, no llegaba ni a los 100 puntos. Por el contrario, Rajoy advertía de la llegada de una crisis, y el que estaba llamado a ser el Ministro de Economía, Manuel Pizarro, fu tachado de antipatriota por Solbes, que también le llamo “catastrofista”. ¿En que se basaba Pizarro? Semanas antes del debate famoso entre los dos pesos pesados de la economía de la época, la Comisión Europea rebajaba el índice de crecimiento aventurado por el gobierno socialista, del 3,1% al 2,7%, y la inflación se disparaba hasta casi el 4%. España habló, y el PSOE ganó las elecciones. Con los nubarrones sobre sus cabezas, comenzó a gestionar cuatro años de mandato sin tener en cuenta los indicadores macro económicos, y ocultando la crisis, retrasando la adopción de medidas. Noviembre 2011. Tres años y medio después, Zapatero se veía obligado a convocar elecciones generales anticipadas. El Partido Popular barría, pero más por deméritos del PSOE que por méritos propios. Valga como muestra que el PSOE perdió 4,3 millones de votantes, y el PP solo gano 500.000 votos. Zapatero dejaba un país con un 22,85 % de paro (un 14 % más), la prima de riesgo se situaba en 467 puntos, y el Ibex 35 por debajo de los 8.000 puntos. Rajoy, a pesar de que muchos han llegado a pedir su dimisión argumentando que ganó unas elecciones mintiendo a sus votantes, lo cierto es que en todo caso, solo logró “engañar” a medio millón de españoles. Octubre 2013. España se encamina a cumplir dos años desde que el Partido Popular recogió el mandato de las urnas para cambiar la situación. La tardanza en tomar medidas, y los efectos devastadores de la crisis, siguieron cebándose con los españoles que han vivido durante 2012 la fase tal vez más dura de toda la crisis. Pero algo está cambiando. España no ha tenido que ser rescatada, como todos preveían. El paro ha frenado su escalada en los últimos meses, llegando en este periodo de 2013 a crearse empleo por primera vez desde que comenzó la crisis. La prima de riesgo se ha rebajado hasta los 240 puntos, y el Ibex 35 se dispara ya por encima de los 10.000 puntos. El FMI mejora las previsiones de crecimiento, el PIB atisba mejoras, la balanza comercial es positiva, y pequeños reflejos en la economía de bolsillo como la mejora de las ventas en bares y restaurantes, o la mejor ocupación hotelera, hace que el optimismo se haya instalado en el Gobierno, y en un sector de la población que ya está cansado de quejas, de lamentos y de malas noticias, y que está dispuesta a arrimar el hombro para que esta salida de la crisis sea una realidad. Quedan dos años de gobierno del Partido Popular, dos años en el que va a seguir realizando reformas aunque ello le suponga una merma en votos. La Reforma Laboral, la de la Administración Local, la Financiera…, todas llevan el sello del cambio de modelo, un modelo que se ha demostrado inservible, o el mejor de los casos, servible solo para intereses partidistas y particulares. Algo había que hacer, y se está haciendo. ¿Bien, mal? Se verá en su momento, cuando los efectos comiencen a llegar a la calle, pero si no lo intentamos, jamás sabremos si son la solución. Lo que sí está claro es que el modelo anterior no servía. Lo que está claro es que estamos mejor que hace un año. Lo que está claro es que algo debe estar haciéndose bien cuando los indicadores invierten la tendencia de hace solo unos meses. Lo malo de esto es que, como siempre, en España lo que es bueno para unos es malo para otros. Si antes al PP le venía bien que el paro subiera y la crisis se agudizara, ahora al PSOE le fastidia que se den datos positivos y que la recuperación este a la vuelta de la esquina. Pero con una diferencia. El PP ha hecho casi lo mismo que hizo el PSOE, subir impuestos, inyectar dinero a los bancos, congelar sueldos de funcionarios, tocar las pensiones, subir el IVA…, además de otras reformas con las que no se atrevió Zapatero. El PSOE ya anuncia que si vuelve a ganar las elecciones, volverá a dejar las cosas como estaban antes. A mí, eso, ahora que llega Halloween, me da miedo, mucho miedo.

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