ALGECIRAS. - Como adelantaba Horasur a primera hora de esta mañana, el ya ex portavoz del grupo municipal socialista, Diego Sánchez Rull, ha presentado esta mañana su renuncia al acta de concejal por el PSOE, lo que implica a su vez el abandono de su cargo como diputado provincial, así como ha anunciado la suspensión como militante de la formación. En una concurrida rueda de prensa, Sánchez Rull ha asegurado que está dispuesto a colaborar con la acción de la justicia, "en la que confío", para asegurar lo habitual en estos casos, "confío en mi inocencia". Un cariacontecido Sánchez Rull, que no ha contado con el apoyo de ningún miembro del PSOE, ha agradecido al apoyo de su familia y sus compañeros de partido, y ha admitido que la situación, "no es fácil ni para mi, ni para mi familia". Diego Sánchez ha reconocido que recibió una llamada de la Guardia Civil para prestar declaración como imputado, pero que se negó a declarar por desconocer los hechos que se le imputaban. Posteriormente, Rull se vio las caras con la titular del juzgado de instrucción nº 6 de Sevilla, que dirige la juez Mercedes Alaya, ante la cual también se hago a declarar hasta conocer los hechos que se le imputan, y que al estar en secreto de sumario, "aun no conocemos", aseguraba Rull. Según las palabras del propio Sanchez Rull, la jueza investiga una posible  alteración de la mesa de contratación en el proceso de adjudicacion del Body Factory, y en ningún momento ha hecho referencia al posible cobro de comisiones como apuntan tanto los responsables de la empresa Fitonovo, constructora del complejo deportivo, ni la propia juez Alaya, que elevo el posible cobro de comisiones de 200.000 a 279.000 euros. Aunque el propio Rull ha asegurado que no está citado para la próxima semana, lo cierto es que fuentes cercanas a la investigación indican lo contrario. El edificio La Escuela, lugar donde se ha celebrado la rueda de prensa, registraba a la misma hora de la convocatoria a un inusual trasiego de personas que querían estar presentes en la declaración. Entre ellos, el empresario Pepe Galán y su hija, a quienes Diego Sánchez Rull, actuando como delegado de Urbanismo, decreto el cierre del club hípico Botafuegos. También estaban vecinos de Algamasilla, una calle de la barriada de Pelayo con la que el propio Sánchez Rull se cebó en su etapa de concejal, con acusaciones de usurpación ilegal.