Las 16 mezquitas que operan en los municipios de la comarca gaditana, vecina de la frontera marroquí, ya se entregan desde esta mañana al mes del ayuno y la oración. Mohamed El-Mkaddem, segundo imán de la mezquita Al Houda, situada en el casco antiguo de Algeciras, admite que la celebración de este año "va a ser mucho mejor. Estamos más tranquilos".

El líder religioso hace referencia a los dos años de pandemia, en los que la celebración del Ramadán se ha visto sometida a restricciones sanitarias, que han reducido el aforo en las mezquitas, además de otras medidas como el empleo de alfombras de uso personal, limpieza de pies antes de entrar o reducciones de horarios.

"Este año vamos a poder practicar nuestros rezos como debe ser. No tenemos límite horario como el año pasado", afirma Mohamed El-Mkaddem, que advierte, no obstante, de la persistencia de otras restricciones, como el uso de mascarillas en interiores.

El imán de la mezquita algecireña ha hecho un llamamiento a la celebración de un Ramadán en el que "intentemos no molestar a nuestros vecinos, porque nosotros despertamos a las cinco de la madrugada para comer a esa hora, y en ese momento la mayoría de los vecinos están dormidos".

Al tiempo que pide "que compartamos lo que tenemos con los más necesitados y que recemos para que desaparezcan las guerras y dejen de matar y maltratar a inocentes".

Otro de los aspectos que va a marcar este inicio del Ramadán es el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos y el anuncio de una pronta reapertura de las fronteras terrestres en el Estrecho.

Mohamed El-Mkadem admite que "las fronteras cerradas nos afectan, y estamos deseando que los dos países fortalezcan la vecindad y que nadie tenga que seguir pagando la factura".

El arabista y consultor en políticas de migración José Carlos Cabrera señala al respecto que "hay un factor exógeno al tema coyuntural y es que sólo cada 25 años coincide la Pascua Judía, la Semana Santa y el Ramadán".

"Diplomáticamente y en vista de cómo va la pandemia, se ha decidido no abrir precipitadamente la frontera, pero para final de Ramadán puede que ya se anuncie para pasar las fiestas posteriores en familia", ha afirmado.

"Hay un gran interés de la comunidad marroquí de poder volver a sus casas, llevando algunos presentes. Recordemos que las fronteras están abiertas en avión y que es el paso terrestre, el más cercano, es el que está cerrado. Pero es una comunidad muy resiliente", sostiene Cabrera.